El 80% de los alimentos mundiales es proporcionado por la agricultura familiar
REDACCIÓN NOTI-AMÉRICA (ECUADOR)
La agricultura familiar es una práctica de carácter agrícola que se caracteriza en que la mano de obra es llevada a cabo por familias que buscan su propio autoabastecimiento. Esta labor es muy común en poblaciones rurales aisladas del mundo urbano, que requieren satisfacer sus necesidades alimentarias cada día o generar ingresos a través de la producción de alimentos que suelen ser orgánicos y libres de agentes químicos.
La agricultura familiar como concepto comienza a formarse a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, a raíz de la imagen que se desprendía del campesinado de Europa, que llegó a ser reconocido como una clase social con características propias que los distinguían dentro de la sociedad de aquel entonces. A comienzos del siglo xx el economista ruso Aleksandr Chayánov comienza a desarrollar la teoría de la “Unidad Económica Campesina”, donde logra describir de manera certera las motivaciones campesinas y las características de estas prácticas agrícolas, destacando que la agricultura familiar “no es típicamente capitalista, en tanto no se pueden determinar objetivamente los costos de producción por ausencia de la categoría de salarios. De esta manera, el retorno que obtiene un campesino luego de finalizado el año económico no puede ser conceptualizado como formando parte de algo que los empresarios capitalistas llaman ganancia” (Chayánov 1925)
A raíz de los trabajos de Chayánov la agricultura familiar fue edificándose socialmente como una práctica que a diferencia de la producción a grandes escalas encabezadas por empresas capitalistas, esta es principalmente de autoabastecimiento y abasto local o puede ser empleada como una fuente de ingresos para solventar necesidades básicas. Sin embargo con el desarrollo avasallador de la economía, la agricultura familiar ha cambiado muchas de sus directrices. Es así como en la actualidad podemos encontrar propietarios de tierras dedicadas a la producción que debido a la alta demanda de trabajo, estacional o permanente, se ven en la necesidad de contratar trabajadores que son remunerados debidamente por sus servicios. En el 2014 se estimaba que en América Latina la agricultura familiar incluía alrededor de 60 millones de personas, siendo así la principal fuente laboral de comunidades rurales.
En el año 2014 se declaró el Año Internacional de la Agricultura Familiar impulsado en la asamblea número 66 de las Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, con la finalidad de reconocer a la agricultura familiar como un camino correcto para disminuir la hambruna en comunidades rurales, enfatizar sobre la importancia en el buen manejo de los recursos naturales y la protección del medio ambiente, y además poder hacer un hincapié en que los productos extraídos mediante esta práctica son fundamentales para generar una dieta equilibrada en la población.
Por otro lado, uno de los principales objetivos de esta iniciativa fue la de poder establecer futuras políticas agrícolas, ambientales y sociales para posicionar a la agricultura familiar como una fuente laboral y de equidad, válida para generar recursos y fuentes laborales en los sectores rurales.
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), hasta 2014, la agricultura familiar producía alrededor del 80% de los alimentos en el mundo. Asi, Por otro lado el ‘Memorándum de Berlín sobre medios de vida sostenibles para pequeños agricultores’ de 2015 señala que los campesinos “juegan el papel más importante en el mundo de los alimentos y la seguridad alimentaria, ya que producen la mayor parte de los alimentos de los países en vías de desarrollo, incluyendo el 70% de cereales, tubérculos, frutas y verduras”.
Datos en Ecuador del 2014.
El Decenio de las Naciones Unidas de la Agricultura Familiar 2019-2028 pretende arrojar una nueva luz sobre lo que significa ser un agricultor familiar en un mundo en rápido cambio y destaca más que nunca el importante papel que desempeñan en la erradicación del hambre y la configuración de nuestro futuro alimentario.
La agricultura familiar ofrece una oportunidad única para garantizar la seguridad alimentaria, mejorar los medios de vida, gestionar mejor los recursos naturales, proteger el medio ambiente y lograr un desarrollo sostenible, especialmente en las zonas rurales. Gracias a su sabiduría y cuidado de la tierra, los agricultores familiares son los agentes de cambio que necesitamos para lograr Hambre Cero, un planeta más equilibrado y resistente, y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La Década de la Agricultura Familiar brinda una oportunidad extraordinaria para que las Naciones Unidas alcancen sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de manera inclusiva, colaborativa y coherente.
EL CAMINO A SEGUIR:
- Implementar políticas integrales y coherentes, inversiones y marcos institucionales que apoyen la agricultura familiar a nivel local, nacional e internacional.
- Promover mecanismos de gobernanza inclusivos y efectivos y datos oportunos y geográficamente relevantes para el diseño e implementación de políticas bien orientadas .
- Garantizar el compromiso político sostenido y los recursos adecuados por parte de actores estatales y no estatales.
- Crear y fortalecer la cooperación local, nacional e internacional en apoyo de la agricultura familiar.
La producción agrícola tendrá que aumentar en un 50 por ciento para el año 2050 para satisfacer las necesidades de una población en crecimiento.