El cambio climático requiere nuevos hábitos agrícolas: ¿Cómo puede ayudar la economía del comportamiento?
REDACCIÓN NOTI-AMÉRICA (ECUADOR) Por Nina Rapoport
IDEAS QUE CUENTAN
La región de América Latina y el Caribe enfrentará enormes desafíos en las próximas décadas para proporcionar seguridad alimentaria y garantizar un ingreso digno para su población rural. La región podrá verse amenazada por precipitaciones más abundantes e inundaciones cada vez más devastadoras. Otras regiones, como el noreste de Brasil y Centroamérica enfrentarán una sequía prolongada. La erosión y la disminución de los recursos hídricos podrían ocasionar enormes pérdidas de cultivos.
En este entorno más peligroso y en rápida transformación, los agricultores tienen que asegurarse no solo de ejecutar sus operaciones de manera eficiente, aprovechando al máximo los insumos básicos como fertilizantes, sino de adoptar tecnologías inteligentes, que van desde nuevas formas de riego hasta la diversificación de cultivos y la agrosilvicultura.
Pero mejorar las técnicas agrícolas no es una simple cuestión de superar los obstáculos relacionados con la oferta. No basta con garantizar la disponibilidad de insumos, tecnologías y conocimientos prácticos. Ni con proveer subsidios, créditos y seguros. Todos estos tienen un papel decisivo. Pero muchos de los obstáculos a las prácticas agrícolas adecuadas y modernas son de comportamiento, y superarlos requiere examinar más detenidamente la forma en que los agricultores toman decisiones y procesan la información.
Algunos obstáculos de comportamiento a las prácticas de cultivo modernas
Corto Placismo. Aunque muchas de las prácticas agrícolas proyectan altos retornos y solo implican costos fijos muy bajos (p. ej., ir a la tienda a comprar fertilizantes), solemos dar más importancia a las recompensas en el presente que a las del futuro y terminamos postergando las cosas. También tendemos a sobrestimar la probabilidad de que actuaremos de inmediato. Por ello, muchos agricultores que tienen planeado usar fertilizante aplazan su pago hasta el último minuto posible, y muchas veces no lo pagan. Esto también explica por qué otorgamos una prioridad relativamente baja al cambio climático, ya que sus efectos, por muy destructivos que parezcan, se cree que van a ocurrir más en el futuro que en el presente.
Autocontrol. Las nuevas tecnologías suelen ser costosas y requieren una planificación a largo plazo. Ahorrar recursos cuando abundan (como justo después de la cosecha) y “mantenerlos seguros” (no solo de uno mismo, sino también de los demás, como miembros de la familia que esperan apoyo) requiere autocontrol, y como todos sabemos, eso no siempre resulta sencillo.
Sobrecarga cognitiva.Tenemos recursos cognitivos limitados, muy corto tiempo para tomar decisiones y escasa fuerza de voluntad. Además, somos propensos a fatigarnos cuando tomamos decisiones. La situación puede ser particularmente difícil para quienes viven en condición de pobreza y constantemente deben administrar fondos escasos y enfrentar disyuntivas difíciles.
El sesgo de statu quo.Tenemos una tendencia a la inercia, y a menudo, simplemente tomamos las mismas decisiones que siempre hemos tomado en el pasado. Esto puede explicar en parte la renuencia de los agricultores a cambiar sus prácticas, incluso cuando conocen la existencia de mejores métodos y están convencidos de sus posibles beneficios.
¿Cómo podemos superar estas barreras?
Mecanismos de compromiso.Estas son maneras de ayudar a los individuos a que sigan sus impulsos apropiados en el instante en que los sientan. Si los agricultores deciden que van a ahorrar para comprar fertilizante durante la cosecha, las intervenciones informadas por la ciencia del comportamiento pueden ayudar a proporcionarles una forma de mantener “seguro” su dinero. Por ejemplo, en las zonas rurales de Malawi, se seleccionaron agricultores al azar a quienes se les ofrecieron cuentas de compromiso que les permitían restringir el acceso a sus fondos propios hasta una fecha posterior, elegida por ellos. En comparación con los del grupo de control, a quienes se les ofrecieron cuentas de ahorros ordinarias, estos agricultores compraron y utilizaron muchísimos más fertilizantes y otros insumos, lo que se tradujo en mayores ventas de cultivos.
Reducción de la necesidad de autocontrol. Modificar componentes del proceso de toma de decisión, como actuar en el momento oportuno, puede omitir por completo la dependencia en el autocontrol. Un programa en Kenia encontró que proporcionar pequeños descuentos en fertilizantes por tiempo limitado durante la época de cosecha (cuando los agricultores tienen ingresos disponibles) indujo un aumento del 46% al 60% en el uso de fertilizantes, al ofrecerse junto con entrega gratuita cuando los agricultores necesitaban el fertilizante. El efecto fue mayor que el de ofrecer entrega gratuita hacia el final de la temporada, incluso con un subsidio del 50% para los fertilizantes.
Cambiar los modelos mentales existentes.A veces ciertas creencias y la falta de información obstaculizan el cambio de comportamiento. Un experimento de campo realizado en Indonesia con agricultores de algas ilustra el por qué. Las algas se cultivan en vainas que son sembradas a lo largo del fondo del océano. Tanto el tamaño de las vainas como la distancia entre ellas afectan el rendimiento de la cosecha. La mayoría de los agricultores ignoraban la importancia del tamaño de las vainas y, a menudo, lo descuidaban, incluso después de participar en pruebas experimentales donde se demostraba científicamente su importancia. Fue solo cuando se les entregó un resumen escrito de los datos con recomendaciones específicas que pudieron superar sus puntos ciegos y adoptar métodos más productivos.
Otros enfoques pueden ayudar a superar las barreras del comportamiento en diferentes contextos. Se han utilizado microincentivos, incluyendo pequeñas recompensas no monetarias (como bonos o incluso bolsas de lentejas en la India rural) para abordar el cortoplacismo. E incluso medidas tan sencillas como prestar asistencia con el papeleo pueden tener enormes efectos sobre el comportamiento.
Algunos elementos de reflexión para América Latina y el Caribe
Muchos de los ensayos controlados aleatorios sobre intervenciones del comportamiento en la agricultura han sido realizados en África y Asia. Reproducirlos en otros lugares implicaría adaptarlos a las características, las interacciones y las preocupaciones cotidianas de los actores locales. Los agricultores también necesitan acceso a insumos y nuevas tecnologías, así como a los conocimientos acerca de cómo usarlos. Pero dados los desafíos cada vez mayores de la agricultura y las a menudo frustrantes barreras mentales que impiden el progreso, tales intervenciones del comportamiento deberían explorarse ampliamente. El clima está cambiando rápidamente, y no tenemos al tiempo de nuestro lado.
Fuente: BID