26 de marzo, Día Mundial del Clima
REDACCIÓN NOTI-AMÉRICA (ECUADOR)
El Día Mundial del Clima, que se conmemora el 26 de marzo de cada año, surge con el propósito de concienciar a la población sobre la importancia que tienen las acciones y actividades del ser humano en la variación climática. Si bien, las variaciones climáticas son comunes, los científicos afirman que en los últimos 150 años, se registra un ritmo de cambio acelerado, resultado del desarrollo industrial y crecimiento de la población humana, que contribuye al cambio climático a través de la emisión de gases de efecto invernadero, contaminación ambiental, malas prácticas ambientales, deforestación y sobrexplotación de recursos naturales, provocando condiciones adversas para los ciclos naturales que permiten la vida en la Tierra.
La fecha tiene origen en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático suscrita en 1992 dentro de lo que se conoció como la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro e invita a la ciudadanía a reflexionar sobre nuestras conductas y la forma en que éstas influyen en el clima.
Frente al cambio climático, existen dos tipos de acciones posibles. Por un lado, la mitigación que busca influir directamente a las causas del fenómeno mediante medidas destinadas a reducir los Gases de Efecto Invernadero (GEI) de la atmósfera causantes del calentamiento global, y por el otro la adaptación, que intenta minimizar o evitar los impactos negativos del cambio en el clima mediante el desarrollo de capacidades preventivas y de respuesta.
Esta fecha conmemorativa pone en la agenda pública de los ciudadanos la importancia de exigir la reducción de las emisiones de gases a través de un modelo de desarrollo más limpio y aumentar los mecanismos de captura de estos gases. Pero también es la oportunidad de validar las medidas de adaptación como el ajuste de los sistemas humanos o naturales en respuesta a estímulos climáticos presentes o futuros con el propósito de reducir los daños o aprovechar las oportunidades beneficiosas.
El planeta necesita con urgencia que se articulen y formulen programas, proyectos y planes de acción orientados a la adaptación al cambio, la disminución de la vulnerabilidad ante extremos climáticos y el acompañamiento de las medidas de mitigación adoptadas a nivel internacional.
En Ecuador el actual Gobierno fue el primero en la historia del país, en reconocer al cambio climático como un fenómeno que conlleva riesgos al desarrollo económico, social y ambiental del país. Por ello, el Ministerio del Ambiente (MAE), a través de la Subsecretaría de Cambio Climático, trabaja de manera coordinada con otras instituciones para apuntalar procesos de desarrollo sostenible, mediante proyectos e iniciativas integrales en temas como el manejo de cuencas hidrográficas, el monitoreo de glaciares, restauración de páramos, recuperación de prácticas ancestrales para la gestión de recursos hídricos, fomento de prácticas agrícolas resilientes al clima, programas para la reducción de las emisiones por deforestación, o mecanismos de desarrollo limpio, entre otros.
Ecuador está institucionalizando el cambio climático en el aspecto normativo a nivel nacional, con la implementación del mandato constitucional de transversalización de este fenómeno en la gestión pública, así como, en regulación adjetiva de acciones de mitigación como los proyectos Acciones de Mitigación Nacionalmente Apropiadas (NAMAS), Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD), y Carbono Neutralidad
Fuente: Varias