El 72% de los países no cumple sus obligaciones para proteger a tiburones y rayas en sus aguas territoriales
REDACCIÓN NOTI-AMÉRICA (ECUADOR)
El 72 por ciento de los 126 países que forman parte de la Convención sobre especies migratorias incumple sus obligaciones para proteger especies de tiburones y rayas en sus aguas territoriales, entre otros motivos, porque no hay mecanismos para garantizar su cumplimiento, según un análisis publicado este jueves por Shark Advocates International (SAI).
El estudio ‘Sharks Ahead’, analiza las acciones nacionales y regionales para proteger a 29 especies de tiburones y rayas incluidas en la Convención CMS desde 1999 hasta 2014 por lo que la organización hace un llamamiento urgente para evitar el colapso de las poblaciones de marrajo, alejar al pez sierra de su situación actual, que está al borde de la extinción; limitar la pesca de tiburón martillo, también en peligro de extinción y considerar el ecoturismo como alternativa a la pesca de mantarrayas así como establecer medidas para cubrir la brecha entre autoridades pesqueras y medioambientales.
La coautora del informe, estudiante de doctorado en la Universidad de California, Julia Lawson ha asegurado que la evaluación realizada demuestra que se está dando prioridad a la «simple inclusión» de las especies de tiburones y rayas en la Convención CMS, pero se está dejando atrás el «cumplimiento de compromisos vitales» para la protección efectiva de dichas especies, y en particular frente a la sobrepesca.
«Sólo el 28 por ciento de los países está cumpliendo sus obligaciones en virtud de la CMS de proteger estrictamente las especies en sus aguas territoriales», ha apostillado. Tiburones y rayas son especies vulnerables y que están especialmente amenazadas, ya que muchas de sus especies son objeto de pesca en numerosos países y los acuerdos internacionales son el instrumento para garantizar el buen estado de sus poblaciones.
Precisamente, la Convención CMS es un acuerdo mundial para la conservación de animales migratorios de la que forman parte 126 Estados, que se han comprometido a ofrecer una protección estricta e inmediata a las especies enumeradas en el Apéndice I y a trabajar internacionalmente para conseguir la conservación de las especies migratorias enumeradas en el Apéndice II.
«Sólo el 28 por ciento de los países está cumpliendo sus obligaciones en virtud de la CMS de proteger estrictamente las especies en sus aguas territoriales, ha apostillado».
Sin embargo, la presidenta de Shark Advocates International, Sonja Fordham, y coautora del estudio, denuncia la «inacción» de los países miembro de la Convención, que está «desaprovechando» el potencial de este acuerdo internacional para «reforzar mundialmente» la protección de los tiburones y las rayas en un momento en el que algunas de ellas se hallan «casi al borde de la extinción». «La pesca constituye la principal amenaza para los tiburones y las rayas y debe abordarse mucho más directamente para poder garantizar un futuro más esperanzador a estas especies tan valiosas y vulnerables», denuncia.
El estudio señala como principales problemas para las 29 especies de tiburones y rayas incluidas en la CMS la falta de liderazgo o llamamiento al liderazgo para seguir los dictámenes científicos para proteger a los marrajos del Atlántico que «se dirigen al colapso» a consecuencia del estado de agotamiento de las poblaciones mientras se mantiene la sobrepesca a pesar de una medida introducida en 2017 por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT-CICAA) para frenar inmediatamente la sobreexplotación pesquera.
Más o menos la mitad de las partes de ICCAT son parte también de la CMS y a pesar de ello, ninguna ha asumido el liderazgo en favor de la prohibición de retener a bordo los marrajos en el Atlántico norte o bien de limitar las capturas en el Atlántico sur. La ONG considera que la Unión Europea y Brasil, como partes de la CMS responsables de un volumen importante del desembarque de marrajos, deberían liderar los esfuerzos para establecer límites concretos para las capturas de marrajo en el Atlántico Norte y el Atlántico Sur, respectivamente.
En cuanto a los peces sierra, son los más amenazados de todas las especies de tiburones y rayas, señala que Kenia propuso y logró que se les incluyera en el Apéndice I de la CMS en 2014, pero, a pesar de ello, no ha cumplido la correspondiente obligación de ofrecer una protección nacional estricta a estos animales. Los peces sierra están en grave peligro de extinción en las costas de África Oriental. La ONG insta a proporcionar asistencia «urgente» a Kenia, Mozambique y Madagascar para establecer y aplicar medidas de protección.
Especies en peligro
Los tiburones martillo, también en peligro de extinción siguen pescándose en muchas regiones a pesar de que la UICN clasifica la cornuda común (Sphyrna lewini) y el tiburón martillo gigante o cornuda gigante (Sphyrna mokarran) como especies globalmente ‘en peligro’. De momento, los intentos de Estados Unidos y de la Unión Europea para protegerlos han sido desbaratados hasta la fecha por Costa Rica, parte de la CMS, a través de la organización regional de pesca para el Pacífico oriental tropical.
Otro de los aspectos es que las partes no aprecian los beneficios del ecoturismo de observación de rayas. Por ejemplo, las islas Seychelles son líder en la llamada economía azul y las mantas son las especies más populares entre los buceadores, lo que plantea un enorme potencial para proporcionar beneficios económicos sostenibles y no relacionados con la industria extractiva.
No obstante, Seychelles, Parte de la CMS, aún no ha protegido a esta especie incluida en el Apéndice I. De hecho, la carne de manta aún puede encontrarse en las lonjas de pescado de Seychelles más de siete años después de su inclusión en la Convención.
Finalmente, recomiendan a las partes que fijen límites pesqueros concretos, que mejore la información sobre capturas y comercio de tiburones y rayas; que aumenten su nivel de compromiso e inversiones e iniciativas de la CMS centradas en tiburones y rayas; programas de investigación, educación, y cumplimiento para maximizar la efectividad de las medidas, y aumento de la asistencia financiera, técnica y jurídica a los países en desarrollo, para ayudarles a cumplir sus compromisos.
fuente: ECOticias