Sobrepesca y delincuentes organizados están amenazando la sostenibilidad de varias especies de atún
REDACCIÓN NOTI-AMÉRICA (ECUADOR)
La reciente desarticulación en el Mediterráneo de una presunta red criminal que comercializaba atún rojo ilegal, cuyo valor superaría los 12 millones de euros al año, revela -según WWF- la necesidad de que ICCAT no incremente la cuota de esta especie hasta que no se adopten controles más estrictos y sanciones contra la pesca y el comercio ilegal, y se tenga un registro completo del atún que realmente se captura. Por otra parte, la sobrepesca de atunes tropicales revela el riesgo de colapso del atún patudo y mina la sostenibilidad a largo plazo del atún de aleta amarilla.
La pesca del atún rojo está sometida a los controles de ICCAT que fija cuotas de captura anuales para ayudar a la conservación de esta especie. Este año, se espera que el debate que acoja ICCAT gire en torno a la investigación policial en curso que destapó una red de comercio ilegal de esta especie, por la que se habrían obtenido ilegalmente 12 millones de euros al año.
La trama, implantada en la cuenca mediterránea, involucraría presuntamente a empresas españolas, francesas, puertos italianos y granjas de engorde de atún en Malta. De confirmarse estas indagaciones, la investigación revelaría que anualmente, al menos, 2.500 toneladas de atún rojo, cantidad que representa el 20% de la cuota total asignada para la UE, se escapan a los controles de la UE y los Estados miembros.
“El hecho de que durante años se hayan capturado de manera ilegal toneladas de atún rojo es completamente inaceptable. Cualquier incremento en la cuota de pesca o relajación del plan de recuperación se deben suspender hasta que tengamos un registro completo del atún que realmente se captura”, afirma Raúl García, coordinador de pesca de WWF España, que participa en la reunión.
El año pasado, WWF criticó la decisión de ICCAT de establecer un incremento de la cuota de captura de atún rojo hasta las 36.000 toneladas para 2020. Considerando la escala de capturas no declaradas que apunta la investigación criminal, este aumento podría socavar los esfuerzos adoptados durante la última década para que las especies gravemente amenazadas se recuperen por completo.
«La pesca del atún rojo está sometida a los controles de ICCAT que fija cuotas de captura anuales para ayudar a la conservación de esta especie».
WWF también está muy preocupada por el alto nivel de sobrepesca de atunes tropicales, que puede llevar al colapso a la población de atún patudo para 2033, de acuerdo a los científicos. Sin límites aún de capacidad pesquera, en los últimos dos años, las capturas de atún patudo fueron un 20% más altas respecto a la cuota acordada en el plan de recuperación de ICCAT.
Los límites de captura también se han sobrepasado para el atún de aleta amarilla, una situación que está poniendo en riesgo la salud a largo plazo de su población. En 2016, se capturaron alrededor de 150.000 toneladas de aleta amarilla, un 36% más respecto de la cuota legal.
WWF también pide a ICCAT una prohibición más estricta del “aleteo” de tiburones, a través de la obligación de mantener las aletas adheridas al cuerpo hasta su desembarque- una medida ya puesta en marcha por otras instituciones, como la UE, u organizaciones como la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM). Cabe aclarar que el “aleteo” o “finning” es la práctica de cortar las aletas de los tiburones a bordo tras ser capturados, y el descarte de sus cuerpos, lo que causa la muerte de millones de tiburones cada año.
Fuente: wwf