¿IDOLATRÍA HASTA LA MUERTE?
“Te amaré hasta la muerte” “Hasta en el cielo te seguiré”, palabras que escuchamos cada domingo en algunos de los cánticos de los estadios, sean estos de hinchas amarillos, azules, blancos, rojos o quien sea, y con mucho dolor los familiares lamenta en muchas ocasiones el fallecimiento de sus seres queridos y como ejemplo; los doce hinchas de Barcelona, que salían de Cuenca hacia Guayaquil.
¿Pero qué se hace para prevenir estas tragedias? Seguramente nunca nadie responderá por esta interrogante y es que para nadie es desconocido que cada quince días, cuando el equipo el equipo de sus amores no juega de local, cientos de hinchas, y hasta miles en algunos de los casos, viajan a cada estadio del país y muchos de ellos lo hace en horas de la madrugada.
Tampoco son desconocidos, al menos no para el sector de los medios de comunicación deportivos, están los sitios de encuentro para desde allí partir hacia las provincias, pero al parecer las autoridades de control no lo saben: exteriores del estadio George Capwell, parque Kennedy en el caso de Emelec; desde el cantón Durán y suburbio para los de Barcelona, conocidos sectores en la capital de la República, en Cuenca, en Manta, por citar sólo a unos cuantos.
¿Se conoce que la Policía Nacional hace operativos en estos lugares? Sin acusar a ninguna hinchada en particular, pero tal cual como vivimos en esta sociedad, se puede prevenir el consumo de alcohol en las carreteras, de sustancias sujetas a fiscalización, armas de fuego o cortopunzantes, entre otras anomalías.
¿Y los organismos de control de tránsito lo hacen? Los de Agencia Municipal de Tránsito y la Comisión de Tránsito del Ecuador deben verificar si los vehículos están matriculados, si los conductores tienen o no permiso de conducir, si los mismos no están caducados, si el automotor le funciona bien sus luces, frenos, si las llantas están en buen estado, si tienen llantas de emergencia, si les funciona los limpia parabrisas (porque hay neblina y la lluvia en la sierra) si tiene botiquín de primeros auxilios.
¿Y de nuestra parte qué hacemos? Es también la responsabilidad de todos verificar a quién estamos contratando. “No siempre lo barato es lo mejor” y eso se ha comprado en muchos de los casos. Si ya con el vehículo de la cooperativa “Señores de los Milagros” se habían presentado problemas en otros viajes por qué nadie lo denunció, por qué continuaron viajando en el.
Hay que sancionar a los responsables directos e indirectos de éste y de los cientos de casos que cada fin de semana o en cada feriado se presentan en las calles y carreteras del país. ¿Qué está pasando? ¿Nos estamos haciendo de la vista gorda como popularmente se dice? Quienes transitan a diario pueden ver vehículos de transporte público y de carga con desperfectos, que sólo cuando hay este tipo de tragedias es que se las conocen.
POR: RUBÉN VICUÑA