COVID-19 La primera ayuda humanitaria de la ONU a Venezuela y el aumento de los venezolanos más vulnerables dentro y fuera de los límites territoriales.
En el marco del llamado de la ONU me uno y me hago eco del Secretario General de la ONU António Guterres “ahora es tiempo de unidad, para que la comunidad internacional trabaje en solidaridad para detener este virus y sus devastadoras consecuencias”
Según la ONU, un avión con suministros médicos y de higiene ha aterrizado en el país el 8 de abril del corriente año para apoyar la respuesta contra el COVID-19. La prioridad es fortalecer el sistema de salud y el suministro de agua en Venezuela para ayudar a combatir la pandemia y salvar vidas.
Ya antes de la llegada del coronavirus, siete millones de venezolanos necesitaban ayuda humanitaria dentro del territorio nacional y muchos se enfrentaban a “retos abrumadores para sobrevivir”, según dijo el coordinador humanitario de Naciones Unidas tras visitar el país en noviembre. Ahora, la “caída de los precios del petróleo, el impacto sobre la actividad económica de la cuarentena social y la reducción en la demanda de los hogares por la pérdida de ingresos podría aumentar las necesidades humanitarias de las personas más vulnerables”, señala la Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria en su última actualización del 2 de abril.
La oficina humanitaria de la ONU destaca que expertos de la salud para hacer frente a la pandemia, publicaron los resultados de una encuesta nacional de impacto del COVID-19, en la que se reflejan “fallas en la disponibilidad de insumos médicos y de higiene, básicos en el sector salud, así como interrupciones en los servicios públicos de agua, electricidad, combustible y gas”. Estas fallas “crean desafíos” para seguir las recomendaciones de higiene preventivas del COVID-19 en las comunidades.
Por todo ello y en apoyo a los esfuerzos nacionales para responder a la pandemia mundial, las Naciones Unidas han incluido a Venezuela como uno de los países “vulnerables” al COVID-19 y solicita 61 millones de dólares para ampliar la respuesta humanitaria, dentro de un plan mundial por valor de 2000 millones de dólares.
El Plan de respuesta al COVID-19 en Venezuela se centra en fortalecer el sistema de salud para identificar y tratar rápidamente a los pacientes; abastecimiento de agua, higiene y saneamiento en los hospitales y comunidades y el suministro de información al público para evitar la propagación del virus. El plan también apoyará otros programas humanitarios fundamentales relativos a la seguridad alimentaria, la nutrición, la protección y la educación.
Entretanto el COVID19- representa una nueva amenaza para los migrantes y refugiados venezolanos
Millones de refugiados y migrantes venezolanos han quedado en una situación todavía más vulnerable con la llegada de la pandemia de COVID-19 y necesitan ayuda para sobrevivir. Las agencias de la ONU están apoyando a las autoridades nacionales para atender a los venezolanos y sus comunidades de acogida.
La ONU ha incluido a los migrantes y refugiados venezolanos en el plan internacional de respuesta al coronavirus. La respuesta humanitaria se lleva a cabo a través de la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial , compuesta por más de 200 organizaciones de Naciones Unidas y otros socios y ONG.
En su última actualización la plataforma asegura que “en su gran mayoría, los venezolanos “no pueden cubrir necesidades básicas como refugio, comida y atención médica”.
Para aquellos que están en tránsito o en áreas densamente pobladas como los albergues, “el distanciamiento social y limitar las actividades fuera es prácticamente imposible de implementar”.
Daniela Rovina, de la Organización Internacional de las Migraciones, una de las agencias que integran la plataforma regional de respuesta, explica que “Indígenas, mujeres, y niños no acompañados”, son habitualmente los grupos más vulnerables, pero de los más de cuatro millones de venezolanos quienes han tenido que dejar su país y ahora viven por toda América Latina, en este contexto del coronavirus “nos hace repensar estas categorías y ahora muchos de los refugiados y migrantes están en una situación muy vulnerable”. El coronavirus ha venido a complicar todavía más sus vidas y necesitan apoyo para no enfermar y lograr sobrevivir durante la emergencia. Cuando uno no tiene un lugar fijo donde vivir, algo tan básico como lavarse las manos, no es sencillo. Para los que se ganan la vida vendiendo en la calle, el confinamiento les deja sin forma de ganar dinero.
En Norte de Santander, un departamento en Colombia ubicado en la frontera con Venezuela, hay una gran cantidad de venezolanos, retornados colombianos y personas vulnerables en las comunidades que los acogen.
En colaboración con las autoridades del país, la ONU y sus socios están contribuyendo con la entrega de 1750 productos de alimentación para 7000 personas y más de 2600 paquetes de higiene. También se están instalando lavamanos en puntos estratégicos de Cúcuta, que sirven a más de 4500 personas al día.
Según el informe de la plataforma señala que hay una creciente propagación de COVID-19 entre refugiados y migrantes en la región”, aunque “la falta de datos es un reto en la respuesta”
Los socios de la ONU “han informado de interrupciones en la provisión de servicios sanitarios a los refugiados y migrantes”, lo que subraya la necesidad de “apoyar para que se les incluya en los planes nacionales de respuesta al COVID-19”.
“La capacidad que tienen los refugiados y migrantes de cumplir con las medidas de distanciamiento es difícil. En los centros de atención, se están haciendo ajustes para poder cumplir con las recomendaciones de los Gobiernos y la Organización Panamericana de la Salud, explica Daniela Rovina.