Tarjetas de crédito: un problema creciente en la región Por: Dr. Ronny González, Ph.D.
Tarjetas de crédito: un problema creciente en la región
Dr. Ronny González, Ph.D.
Setiembre, 2019
Las tarjetas de crédito se vuelven un elemento salvador para algunas personas, pero una mala administración de las finanzas familiares hace que sea un arma de doble filo, pasando un costo altísimo financiero y emocional.
En México por ejemplo, con un salario mínimo de US$5,33 dólares al día y un ingreso promedio de US$733 al mes, los mexicanos, al igual que muchos países latinoamericanos, suelen gastar más de lo que ganan, por lo que recurrir a un crédito de este tipo es muy atractivo, ya que en esa nación el 50% de los préstamos de servicios bancarios se realizan por medio de tarjeta de crédito.
Los incumplimientos de pagos van desde los US$300 hasta US$7.234. El crédito de consumo continúa creciendo en proporciones alarmantes cuando en el 2018 cerró con 1,6% de aumento, con un crédito total de US$21.000 millones en aproximadamente 26 millones de tarjetas de crédito que posee en circulación dicho país.
Además, la morosidad aumentó en 5,82% lo que quiere decir que los mexicanos dejaron de pagar US$1.190 millones a las entidades financieras responsables de las tarjetas de crédito. Las tasas de interés en los créditos que expelen dichos productos oscilan en un entre el 40% y el 100% anual.
Algunas de las causas que los tarjetahabientes indican como incumplimientos de pago, están: el 62% un mal uso de los plásticos al desconocer su funcionamiento, pagar una tarjeta de crédito con otra y utilizar el crédito como si se tratara de un ingreso adicional. El 18% apunta a una reducción de ingresos; el 11% la pérdida de empleo y un 4% a otras causas.
En Guatemala y Costa Rica está en discusión un proyecto de ley que tiene como tema central que exista un tope en las tasas de interés, versus que sea el mercado que determine la contratación entre el emisor y el tarjetahabiente.
Guatemala, es uno de los países que no cuenta con una normativa que regule los cobros de interés a los que son sujetos los usuarios, así como la protección y derechos del consumidor.
Algunos detractores de dicha ley indican que a los clientes con perfil de menos ingresos se le limitará el acceso al crédito. Tendrían que dirigirse a otras fuentes de financiamiento con tasas de interés mucho más elevadas, con el riesgo de perder sus bienes que sirvieron de garantía.
En la actualidad los contratos sobre las tarjetas de crédito están a la libre, en ellos se establecen los cargos del 5.25% de pago en mora, que representa el 60% del interés anual. Existen en Guatemala cerca de 1.6 millones de tarjetahabientes y la cartera representa US$19.000 millones, que equivale al 8% del mercado financiero.
Los usuarios de tarjetas de crédito en Colombia le deben a la banca, al cierre de agosto 2019, un total de US$8.490 millones en 15 millones de tarjetas de crédito y representa un crecimiento de 6,7% anual. Solo en agosto las compras hechas con este medio de pago, tanto en Colombia como en el exterior, se incrementaron en un 11%.
En Costa Rica, en un período de cinco años (de abril 2012 a abril 2017), el saldo de deuda real ha crecido en un 51%. La cantidad de tarjetas ha incrementado en un 60%, en los últimos cinco años.
En relación, al saldo de deuda, éste creció un 21% con respecto al año anterior (30 de abril del 2016) y se cuantificó en US$1.898 millones, lo cual representa un 3,66% del PIB. Por su parte, la cantidad de tarjetas creció un 11% en comparación con abril del 2016 y corresponde a 2.476.844 plásticos en circulación.
Destaca en los datos anteriores un aumento en la morosidad del pago de la deuda. De esta manera, la tasa de mora de 1 a 90 días pasó de 6,25% en el primer trimestre del 2016 a 7,67% a abril de este año; en tanto que la morosidad mayor a 90 días aumentó en 0,44 puntos porcentuales para ubicarse en 4,50% en el cuarto mes del 2017.
Es recomendable para todo tarjetahabiente que limite su cantidad de tarjetas y utilice el plástico como un medio de pago, esto significa que debe cancelar el monto total de las compras realizadas en el mes, en el plazo que establece el contrato para el pago de contado. Pagos posteriores a este periodo o el pago mínimo, implica que la persona deberá asumir una alta tasa de interés como se ve en los ejemplos anteriores.