Coronavirus: ¿Cómo apoyar desde el sector de fomento a la innovación y las pymes?
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR) por Nicolás Cañete
La pandemia por la propagación del nuevo coronavirus trae consigo desafíos en todos los niveles, desde la capacidad de respuesta de los sistemas de salud y el involucramiento social para acompañar las disposiciones, hasta el alcance de las estrategias para proteger a los más vulnerables y para mitigar los efectos en la economía. Los gobiernos de América Latina y el Caribe (ALC) están tomando medidas cada vez más radicales para frenar el avance de la epidemia, cuyos resultados los veremos en las próximas semanas e incluso meses.
A la par del esfuerzo del personal sanitario en el frente de contención, a nivel mundial científicos de universidades y laboratorios están en una carrera para desarrollar una vacuna y medicaciones antivirales. Asimismo, diversos grupos de ciudadanos proactivos se organizan para aportar soluciones a las problemáticas más urgentes del contexto actual. Si bien es tiempo de incertidumbre y solidaridad, también lo es de ingenio y creatividad. Por ello, buscamos responder de forma innovadora a los desafíos que nos trae la pandemia.
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) y los emprendimientos innovadores, si bien sufren duramente los impactos de esta crisis, también pueden ser parte de la solución para salvar vidas. ¿Qué estamos haciendo y qué podemos hacer ante esta emergencia desde el sector de fomento a la innovación y a las pymes en América Latina y el Caribe?
Pymes, las más afectadas
Sin dudas, las pymes están entre los segmentos empresariales más afectados por la pandemia. A su vez, estas empresas tienen un papel clave en la provisión de productos y servicios esenciales para la población durante la crisis. Los principales impactos sobre las pymes tienen que ver con una reducción de la demanda (nacional e internacional) y por ende de sus ingresos, dificultad para acceder a insumos importados, reducción o falta de mano de obra, difícil acceso a financiamiento y procesos productivos que no están ajustados para ser operados de manera remota o automatizada. Estos impactos difieren según el sector. Por ejemplo, la disminución de la demanda es un problema central para el turismo y los restaurantes. Otros sectores, como el textil, metalmecánico y de la construcción pueden verse más afectados por el menor acceso a insumos importados o la falta de mano de obra. La posibilidad de operar a través de teletrabajo es más accesible para algunas empresas de servicios (por ejemplo las de tecnología), mientras que para los sectores más tradicionales esto puede resultar sumamente difícil o imposible.
En las regiones más afectadas, la respuesta de los gobiernos para apoyar a las pymes en esta emergencia no se hizo esperar. En Europa y Asia, varios países adoptaron una serie de disposiciones económicas que tienen que ver principalmente con el aplazamiento del pago de impuestos y créditos, el aumento de garantías para préstamos y el otorgamiento de créditos blandos y subvenciones. Japón habilitó fondos por US$ 15 mil millones y Francia destinará 2 mil millones de euros a un fondo de solidaridad para pymes afectadas en el marco de un plan más amplio. Estados Unidos anunció fondos de al menos US$ 250 mil millones para pymes, como parte un paquete de estímulos económicos. En varios países de ALC, medidas similares también fueron anunciadas y se enfocan en establecer moratorias tributarias, reducciones temporales en contribuciones a los sistemas de pensiones, líneas de crédito blando para pymes, así como renegociaciones o aplazamientos de términos de deudas.
De la misma manera, el fomento y la regulación del teletrabajo, la flexibilización laboral, las licencias y los seguros de desempleo, son otras políticas que se empezaron a implementar y serán cada vez más frecuentes. Todas estas medidas económicas de primer orden apuntan a mejorar la situación financiera de las pymes y emprendimientos en el corto y mediano plazo, de manera que se pueda suavizar el shock y reducir consecuencias negativas como la pérdida de empleos o la salida del mercado.
Pero también sabemos que existe un conjunto de emprendimientos y pymes innovadoras que pueden proveer soluciones y tecnologías para los desafíos sanitarios, sociales y productivos que seguiremos enfrentando en el corto, mediano y largo plazo.
Pymes y emprendimientos innovadores, parte de la solución
En Corea del Sur, donde una de las estrategias clave fue el testeo masivo (gran desafío para muchos países), una startup creó kits de diagnóstico de coronavirus en tres semanas, los aprobó por los organismos sanitarios del país y están produciendo 10.000 kits semanales. En Estados Unidos una compañía está lanzando un kit de recolección de muestras de diagnóstico para uso en el hogar. En Uruguay, incluso antes que se registraran los primeros casos, la startup Atgen desarrolló la capacidad de realizar tests para detectar el coronavirus y está complementando al sistema de salud pública, que también cuenta con sus propios tests.
Así como estas hay muchísimas soluciones (no sólo para el diagnóstico) que están más o menos listas para ser implementadas, y que podrían beneficiarse de diferentes esquemas de asignación de recursos. ¿Cómo hacer que se vuelvan realidad lo más rápido posible? A nivel mundial están surgiendo convocatorias de investigación, tecnología e innovación, desde el Estado y el sector privado, para financiar pymes, startups, empresas y centros científicos que presenten soluciones a los retos emergentes.
Por ejemplo, la Unión Europea lanzó una convocatoria especial (que cerró el 18 de marzo) de 164 millones de euros de la aceleradora del Consejo Europeo de Innovación que ofrece subsidios e inversión de capital de riesgo para tecnologías e innovaciones que ayuden con el tratamiento, pruebas, controles u otros aspectos del coronavirus. España, por su parte, aprobó casi 30 millones de euros para la investigación sobre COVID-19 en dos centros científicos de referencia y movilizó unos 500 millones de euros para ayudas a la innovación empresarial en empresas cuya actividad se pueda haber visto afectada por esta emergencia sanitaria.
Día a día vemos nuevas iniciativas que van desde desafíos de ciencia abierta y ciencia de datos o fabricación de respiradores, hasta una serie de hackatones virtuales para abordar la crisis o la campaña HackThePandemic de una startup chilena que compartió sus diseños para la impresión 3D de mascarillas antimicrobianas. Dentro y fuera de la región latinoamericana asociaciones de científicos, comunidades de tecnología y makers, grupos de emprendedores, gremios empresariales y de la sociedad civil se están movilizando para identificar necesidades y cuellos de botella, de forma a encontrar soluciones rápidas y creativas. Los retos son diversos y más o menos complejos: mejorar las capacidades de diagnóstico y seguimiento de casos; asegurar la disponibilidad de herramientas de protección y tratamiento (máscaras, vestimenta, desinfectantes, respiradores); análisis de datos y predicción, comunicación efectiva y combate a la desinformación; servicios de cuidado y salud mental; aseguramiento de logística y alimentación, entre otros.
Mapeando soluciones
También hay esfuerzos por mapear soluciones existentes y emergentes en los ámbitos arriba mencionados. Israel, a través de su agencia Startup Nation Central compartió una lista de las compañías israelíes con soluciones para el COVID-19. La firma Born2Global recogió una lista de startups y tecnologías de Corea con soluciones para abordar la crisis, las cuales tienen stock disponible y capacidad de exportación, muchas de ellas incluso con servicios gratuitos y/o de código abierto.
En América Latina y el Caribe, el BID Lab está mapeando soluciones innovadoras (compártelo, ya ) de startups, empresas y organizaciones con soluciones relevantes y capacidad de implementación para atender la implicaciones sociales y de salud del COVID-19 en todos los sectores. Innpulsa en Colombia va en la misma línea con su repositorio virtual de soluciones que aborden las consecuencias de la pandemia en áreas como telemedicina, trabajo remoto y provisión de servicios básicos. Comunidades emprendedoras en Brasil han creado una lista de empresas y profesionales que están colaborando para enfrentar la pandemia.
Acortar los tiempos para la innovación y la adopción de tecnologías, sin comprometer la calidad de las soluciones, es clave para una respuesta positiva. Para ello, no solo es necesario financiamiento, capital humano, equipamiento y espacios de pruebas necesarios, sino coordinación con las instituciones encargadas de la política de salud y el organismo regulador de los procedimientos médicos y medicamentos. Las instituciones de apoyo a la innovación y al emprendimiento pueden ser un eslabón en esta cadena para conectar y facilitar el despliegue de nuevas soluciones.
El rol de las agencias de innovación
Las agencias públicas de innovación y emprendimiento de ALC, muchas de ellas en el marco de programas con el BID, están lanzando iniciativas y convocatorias especiales de apoyo a la investigación y la innovación para abordar la emergencia sanitaria y sus impactos.
En Argentina, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Mincyt), destinará fondos a apoyar 3 proyectos de desarrollo de kits de diagnóstico que se encuentran avanzados y abrirá una convocatoria a grupos de investigación para realizar estudios sobre factores de virulencia del COVID-19 y caracterizar su impacto en grupos de riesgo. En la misma línea, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) de Uruguay, lanzó un desafío para el desarrollo y elaboración de un kit de diagnóstico del COVID-19 que debe estar listo y en uso para mayo de 2020. Otras entidades uruguayas organizan el #HackCovid19UY para generar soluciones en logística, gestión de datos y salud humana.
Fuente: BID