Conociendo a Malasia Por: Marvin Mijares
NOTI-AMERICA.COM (VENEZUELA)
Malasia, es país del sudeste asiático que posee una de las costas más larga del mundo. Tiene una población de al menos 32 millones de habitantes y una superficie de 330.345 km2. Malasia está dividida, separada entre sí por el Mar Natuna, estas divisiones comparten un paisaje similar en gran medida en que tanto el oeste (peninsular) como el este de Malasia presentan llanuras costeras que se elevan a colinas y montañas. Malasia peninsular está situada en la sección más meridional de la península malaya, al sur de Tailandia, al norte de Singapur y al este de la Isla Sumatra (Indonesia); el este de Malasia comprende la mayor parte norte de la isla de Borneo, con fronteras terrestres compartidas con Brunei al norte y el borneo indonesio que está al sur. Además, Malasia, posee una gran biodiversidad de flora y fauna, un gran atractivo turístico por sus hermosas playas, sensaciones culinarias y una cultura multiétnica de mayoría musulmana.
Entre el siglo XVIII y XIX, la colonia británica estableció protectorados en Malasia, luego, a mediados del siglo XX estos fueron dominados por Japón desde 1942 hasta 1945. En 1948, los territorios gobernados por los británicos en la península malaya, excepto Singapur, formaron la Federación de Malasia, que se independizó en 1957. Malasia se formó en 1963 cuando las antiguas colonias británicas de Singapur, como Sabah y Sarawak en la costa norte de Borneo, se unieron a la Federación. Los primeros años de la independencia del país se vieron empañados por el alzamiento de grupos comunistas, la confrontación de Indonesia con Malasia, las reclamaciones filipinas a Sabah y la retirada de Singapur en 1965. Durante el mandato de 22 años del ex primer ministro Mahathir Mohamad (1981-2003), Malasia fue exitosa en diversificar su economía desde la dependencia de las exportaciones de materias primas hasta el desarrollo de la manufactura, los servicios y el turismo.
En el 2018, el ex primer ministro Mahathir y una coalición recién formada de partidos de oposición derrotaron a la Organización Nacional Unida de Malayos (UMNO) del primer ministro Mohamed NAJIB bin Abdul Razak en mayo de ese año, por un escándalo de corrupción, poniendo fin a más de 60 años de gobierno ininterrumpido por UMNO. Sin embargo, en el mes de febrero de 2020 el líder MAHATHIR, renuncio, debido a su negativa para ceder el puesto a Ibrahim Anwar, quien estaba previsto que lo sucediera como primer ministro a mitad de mandato, tal y como habían acordado ambos durante la campaña de las elecciones legislativas de 2018, en la que formaron una alianza a pesar de sus numerosas fricciones.
A principio del mes de junio de 2020, el ex primer ministro Mahathir Mohamad, presentó una demanda por la que considera una expulsión “indebida” de la formación en un intento de revertir su salida y acabar con el liderazgo del actual Primer Ministro Muhyidin Yasin, que por el momento sería el líder de facto del partido. En Malasia, las decisiones políticas no pueden pasar por debajo de la mesa, ya que, las diferencias políticas crean más fricciones internas que fracturan el equilibrio político del país.
Malasia esta entre las cinco economías más grande del sudeste asiático, el cual mantiene fuerte desempeño, debido demanda global de productos electrónicos, una mayor demanda de productos básicos, como petróleo y gas, un mercado laboral en mejora, sin embargo, el gasto decreciente del gobierno, así como las menores inversiones públicas y privadas redujeron el crecimiento económico a un estimado de 4.3% en 2019. Según las perspectivas actualizadas del FMI del 14 de abril de 2020, debido al brote del Coronavirus, “se espera un crecimiento del PIB caer a 1.7% en 2020 y aumentar a 9% en 2021”, sujeto a la recuperación económica global post pandemia.
El gobierno de Malasia, hasta ahora se han visto afectado por dos flagelos: la Pandemia del Coronavirus y la caída de los precios del petróleo. Los casos de Coronavirus, según el gobierno de Malasia, hasta el 11 de junio del presente año, son de 8.338, con 118 muertes. Sin embargo, a pesar de los casos oficiales confirmados, ese gobierno flexibilizó la cuarentena a permitir que la mayoría de las empresas reabrieran bajo la estrategia Orden de Control de Movimiento Condicional (CMCO), el pasado 4 de mayo (reapertura económica). Una Orden de Control de Recuperación de Movimiento (RMCO) que entró en vigencia el 10 de junio, levantando la mayoría de las restricciones a las actividades y movimientos domésticos, el cual las actividades escolares serán reabiertas gradualmente a partir de la última semana del mes de junio. Las fronteras permanecerán cerradas y los viajes al extranjero restringido hasta finales de agosto.
Ante todo esos acontecimientos, el gobierno se ha embarcado en un programa de reforma fiscal destinado a lograr un presupuesto equilibrado para el último semestre de 2020, que incluye la racionalización de los subsidios, y también está trabajando para mejorar el sistema del Impuesto sobre Bienes y Servicios (GST) del 6%, introducido en 2015, hay que resaltar que, el presupuesto del año 2019 continuó con los planes de transformación del gobierno para crear nuevas oportunidades para la generación de riqueza al garantizar que el país esté preparado para la economía digital. Asimismo, hay que tomar en consideración que Malasia es uno de los mayores exportadores mundiales de dispositivos semiconductores, productos eléctricos y electrodomésticos, es decir, son productores y desarrolladores de alta tecnología, incluido el software, después de China y la India. Hay que echar una mirada a Malasia, el cual es un importante destino de outsourcing para la fabricación de componentes, ha atraído importantes inversiones extranjeras, que han jugado un papel interesante en la transformación de su economía.
La relevancia de Malasia no es solo geoestratégica sino también geoeconómica al pertenecer simultáneamente a tres bloques geoeconómicos (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), La Asociación Regional Económica Integral (RCEP) y la Asociación Transpacífico (TPP). Ese país se consolida como una economía emergente en expansión y de acuerdo al FMI, a futuro está a las puertas de convertirse en un país de altos ingresos.
Por otro lado, el sector de servicios emplea a la mayoría de la población (61.8%) y representa el 53% del PIB, que se debe principalmente a los servicios de salud, transporte, comercio distributivo y turismo. Malasia se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos del sudeste asiático y apunta a 36 millones de turistas para 2020 a pesar del Coronavirus.
A pesar de las ventajas económicas actualmente, el nuevo gobierno de Malasia sigue enfrentando desafíos, incluido el debilitamiento de su moneda, la caída de los precios del petróleo (ya que los ingresos del petróleo representan el 30% de los ingresos estatales) y la caída de los precios de exportación de los productos básicos (efecto coronavirus). Es decir, que un sector de esa sociedad se verá afectada por el índice inflacionario, todo dependerá de la reactivación progresiva de la economía mundial. Según el ministro de economía de Malasia, Datuk Seri Azmin Ali:
“Las perspectivas de crecimiento económico interno para 2020 podrían verse afectadas por el reciente brote de la enfermedad por el nuevo coronavirus (COVID-19), que puede causar una interrupción del suministro mundial,El desempeño general de la economía de Malasia fue moderado por la desaceleración de la economía global en línea con la desaceleración de la actividad comercial global”.
A pesar de las circunstancias, Malasia está en camino de alcanzar el bienestar económico de altos ingresos para 2024, además tiene uno de los altos estándares de vida en el sudeste asiático, la tasa de desempleo actual es de 3,9% aproximadamente. El Modelo Económico de Malasia busca mejorar su economía, duplicando el ingreso per cápita para este último semestre de 2020. El plan de Malasia traza un camino hacia el estado de economía avanzada y una mayor inclusión, a través de un rango de desarrollo temas como la equidad, la inclusión, la sostenibilidad ambiental, el desarrollo del capital humano y la infraestructura. Menos del 1% de los hogares de Malasia viven en la pobreza extrema. Sin embargo, la tendencia del desempleo se puede ver afectada por el impacto económico negativo de la pandemia del coronavirus, cuya tasa se estima actualmente que aumentará a 4.9% en 2020 y disminuirá a niveles pre-pandemicos de 3.4% en 2021.