Las obras de María Mercedes Sánchez en «Engalanar», bálsamos necesarios para un mundo difícil
NOTI-AMERICA | COLOMBIA
María Mercedes Sánchez presenta su exposición Engalanar en Casa Plástica, un proyecto que rescata y transforma el imaginario popular y religioso desde la experiencia íntima de la artista. Esta búsqueda tiene sus raíces en su infancia, cuando reinventaba y reparaba objetos con materiales que encontraba a su alcance, como telas, muñecas, velos y almohadas, impulsada por una curiosidad inagotable por descubrir nuevas formas y conexiones. La imaginería católica que ella veía en su casa desde la infancia por doquier con imágenes de Jesucristo, la Virgen María, o el Divino Niño también nutre las obras de la muestra, ya que Sánchez busca descontextualizar estas imágenes, sacándolas de sus espacios rituales y llevándolas a la vida diaria.
Inspirada en la estética popular y en su experiencia de casi 30 años detrás de cámaras en televisión, observa el paralelismo entre el culto religioso y la veneración hacia las celebridades, proponiendo una reflexión sobre el espectáculo en nuestra cultura y sugiriendo una similitud entre ambos universos.
Las obras de Sánchez están “engalanadas” con brillos, patrones geométricos, lentejuelas y telones, en una celebración de la estética kitsch de la imaginería popular. Objetos y personajes de diversos orígenes y momentos históricos se entrelazan en un diálogo sincrético que trae al presente imágenes religiosas en contextos cotidianos. Estos elementos, acompañados de versos y refranes, invitan al espectador a reflexionar sobre la interacción entre lo sagrado y lo mundano, lo divino y lo humano, lo sublime y lo cotidiano.
Virgen María 2.0.
Dentro de las obras de María Mercedes Sánchez hay una caja de luz con realidad aumentada “Trascendiendo”, donde una figura femenina invita al espectador a la meditación como un camino para conectarse con su verdadero ser, más allá de las distracciones internas representadas por animales salvajes y bestias o de las distracciones externas que escenifican las luces de la ciudad, que cualquier persona del siglo XXI enfrenta a diario.
Otra de sus obras es Llámame, un diorama con luz LED y un dispositivo de sonido, que actúa como un altar a través de un teléfono análogo, transmitiendo un mensaje divertido de la Virgen María.
En Jesús Maestro, la figura de Jesús se presenta en su rol de maestro, transmitiendo su mensaje principal, aún vigente: «ámate a ti mismo y conócete a ti mismo». Estas dos consignas se entrelazan en un sincretismo que fusiona el cristianismo con enseñanzas del hinduismo y de la filosofía socrática. En Hogar dulce hogar, un collage digital, la artista rinde homenaje al padre García Herreros, una figura que muchos colombianos veían a diario por televisión.
Por otro lado, una de las más apreciadas obras de la muestra, La Virgen de la arepa, es un collage digital inspirado en La Virgen de las uvas, una pintura barroca de Pierre Mignard, un pintor francés. En esta creación, María Mercedes Sánchez toma elementos de la pintura original para reinterpretarlos en su propio estilo, dándole un matiz latinoamericano, ya que el maíz simboliza para América Latina lo que la vid representa para la Europa mediterránea. Además, la obra incluye un fragmento de una sinfonía titulada Poder andino, compuesta por el maestro Andrés Sánchez Angarita. Esta pieza tiene un altar que la acompaña en una instalación donde vemos una suerte de cocina campesina, con objetos originales y ya en vía de extinción, como el tiesto de arepa y la máquina de moler, entre otros.
En La Inmaculada o La Virgen de la escoba se habla no del milagro de la concepción de la Virgen sino del estado mental que necesitamos para que se anide lo bueno, y en manos de la Virgen los instrumentos necesarios simbólicos para eliminar los pensamientos negativos.
Pero no todas las obras de María Mercedes Sánchez son reflejos de la imaginería católica. En Canta y no llores, la artista presenta un collage digital que ofrece una variación sobre la pintura Los noctámbulos de Edward Hopper, incorporando figuras mexicanas como la Virgen de Guadalupe, Frida Kahlo, José Alfredo Jiménez y Pedro Vargas. El collage incluye lentejuelas que, aunque decorativas para el espectador, también representan una experiencia meditativa, casi zen, para la artista. Sobre esta obra, Sánchez considera que “siempre existe la posibilidad de conectarnos con la dimensión espiritual de la vida, que es fuente de felicidad y bienaventuranza”.
“Mi trabajo está influenciado por dos aspectos importantes en mi vida. En primer lugar, crecí en un hogar católico y mi crianza estuvo marcada por la fe representada en figuras religiosas y rituales, al igual que buena parte de los hogares colombianos. Sin embargo, mi entorno visual estuvo saturado por una variedad de elementos de la iconografía religiosa, que iba desde pequeñas estatuas hasta grandes pinturas, abarcando diversos estilos y formas. En segundo lugar, trabajé detrás de cámaras en la industria de la televisión durante treinta años, y gracias a esta experiencia he encontrado similitudes entre las prácticas de la devoción: la figura de la celebridad y los rituales de los fanáticos en relación con estas celebridades. En mi trabajo me interesa explorar los diálogos entre la cultura religiosa y la cultura masiva de la televisión, para lo cual desplazo las figuras religiosas hacia entornos cotidianos, para adoptar una mirada personal hacia lo sagrado», anota María Mercedes Sánchez.
Luego de participar con éxito en Madrid en la I Bienal de Artistas Colombianos en España y de su exposición Engalanar en Casa Plástica en Bogotá, María Mercedes Sánchez continuará explorando los temas que han recorrido toda su carrera: lo religioso, lo popular y el mundo del espectáculo, creando obras que están llegando a otras latitudes, llamando la atención y dejando mensajes de reflexión en el público.