La Corporación Mundial de la Mujer Colombia celebra a las madres emprendedoras que hacen realidad sus sueños empresariales y personales
NOTI-AMERICA | COLOMBIA
La Corporación Mundial de la Mujer Colombia (CMMC) reconoce que emprender no es simplemente una actividad pasajera, sino un compromiso de vida. Es en este compromiso donde las mamás emprendedoras juegan un papel fundamental, encontrando en sus emprendimientos una vía para equilibrar su rol de madre con el de proveedora, generando así ingresos dignos que impactan positivamente en la calidad de vida de sus familias.
Estas mujeres aportan una perspectiva única y valiosa al mundo empresarial. Su habilidad y capacidad para gestionar múltiples responsabilidades, su creatividad y su determinación las convierten en líderes inspiradoras. Apoyarlas significa fomentar la igualdad de oportunidades y derribar barreras de género, al tiempo que se impulsa el crecimiento económico y el desarrollo sostenible del país.
De las más de 9.000 personas que la CMMC ha acompañado en los últimos cuatro años con programas, proyectos y servicios, 1.958 son madres cabezas de familia, representando el 78,95 %, mientras que los hombres representan el 21,05 % con 522. Y aunque todas tienen historias dignas de contar, en esta ocasión queremos resaltar a 3 mujeres vinculadas a dos proyectos que implementa la corporación y cuyo talante y compromiso son motivo de orgullo para la comunidad CMMC.
Estas son algunas de las mamás CMMC que queremos destacar hoy:
Rosalba Lázaro Muñoz – ‘Arepas Rochy’
Rosalba Lázaro, tiene 29 años y vive en San Martín, Cesar, es madre soltera de dos niños de 6 y 8 años. En medio de la pandemia, se vio en la necesidad de buscar un sustento para su familia, así que junto con su hermana decidieron vender productos elaborados a base de maíz desde su hogar, incluyendo arepas blancas y amarillas, bollo de mazorca, bollo limpio, frita de mazorca, tamales, ayaco santandereano, entre otros.
Desde el año 2023, Rosalba participa en el proyecto Emprender+ de la CMMC en colaboración con Gran Tierra Energy, orientado al desarrollo regional y al crecimiento integral de emprendedores y microempresarios del Putumayo y del Valle Magdalena Medio. Para ella, formar parte de este proyecto ha sido una gran experiencia, ya que le ha permitido establecer su emprendimiento «Arepas Rochy» mientras ha sentido un apoyo constante de la CMMC para equilibrar su rol de madre con el de líder de su negocio.
El haber emprendido le ha dado a Rosalba la oportunidad de estar más presente en la crianza de sus hijos, ya que puede trabajar desde casa y acompañarlos en sus tareas y juegos. Su negocio, «Arepas Rochy», se ha posicionado en el mercado y ha aumentado sus ventas y clientes gracias a la formación recibida en el programa Emprender+, donde ha aprendido a implementar mejoras en producción, administración y a desarrollar nuevos productos con una visión empresarial. Rosalba trabaja porque todos sus productos se destaquen por su excelente calidad, sabor, presentación y, sobre todo, por ser productos 100% naturales, sin conservantes artificiales.
“Mi mensaje es que los sueños se hacen realidad, que con amor por nuestros hijos podemos y debemos salir adelante”. Carmen Rioverde Dovigama- Marca: ‘Nidur’ Artesana de la comunidad Emberá Chami – Cabildo Kiparado – Villagarzón en Putumayo.
A sus 60 años, Carmen Rioverde, artesana indígena de la comunidad Emberá Chami y madre de 8 hijos, se destaca como una líder comunitaria en Villagarzón, Putumayo. Este municipio fue su destino después de años de viajar por todo el país en busca de estabilidad y calidad de vida para su familia. Carmen encontró en su profundo conocimiento de las artesanías típicas la forma de asegurar un ingreso para su hogar, al mismo tiempo que involucraba a sus hijos en la producción y defendía las culturas y tradiciones de su comunidad.
Hace aproximadamente un año, Carmen se unió al grupo ‘Nidur’, el cual surgió durante el desarrollo del proyecto Hilos de la Tierra fase II, implementado por la CMMC en colaboración con Gran Tierra Energy y el diseñador Juan Pablo Socarrás. Este proyecto tiene como objetivo fortalecer las prácticas ancestrales y tradicionales de las artesanías, a través de procesos empresariales y técnicos, en comunidades indígenas y afrodescendientes del Putumayo. Carmen se involucró en la preservación de las técnicas que representan a su etnia emberá, elaborando productos en mostacilla, incluyendo la técnica de crochet. Esto les ha permitido diseñar productos que se inspiran en aplicaciones culturalmente tradicionales, combinándolas con referencias innovadoras.
“Hoy le digo a todas las mujeres que siempre podemos, que nuestros hijos son las semillas que le dejamos al mundo y por eso hay de sembrarles conciencia por nuestros territorios y nuestras culturas”.
Yolanda Álvarez – Confecciones Yolanda Álvarez.
Nacida en Ayatel, Córdoba, Yolanda reside en La Llana, Cesar, desde hace 33 años. Es madre de 4 hijos y abuela de dos nietos. En el año 2022, tuvo que enfrentar la dolorosa pérdida de uno de sus hijos y asumir la responsabilidad de cuidar a su nieto, quien actualmente tiene 13 años. A pesar de las dificultades, Yolanda ha demostrado una gran valentía al enfocarse en su emprendimiento y sacar adelante a su familia.
Su negocio comenzó en el año 2005 en su propia casa, donde empezó a confeccionar uniformes escolares y prendas sencillas, como faldas, utilizando una máquina doméstica de 5 puntadas y un fileteador familiar. Así continuó hasta abril de 2022, cuando inició su proceso de formación con el programa Hilos de la Tierra. Un año después, gracias a este programa, pudo adquirir máquinas industriales para su taller. Hoy en día, Yolanda ofrece su taller como un recurso para el proyecto, permitiendo que más mujeres de su comunidad reciban capacitación y avancen juntas. Ella lidera el grupo y las motiva a seguir aprendiendo cada día, siendo un ejemplo de perseverancia y dedicación en el proyecto.
“He dedicado toda mi vida a mis hijos y ahora a mi nieto, ha sido difícil claro, pero estoy segura de que todo lo he hecho bien y solo les digo: sí se puede, sin importar las circunstancias, siempre podemos y más por ellos, sean unas mamás presentes y siempre escuchen”.