Empresa colombiana lidera el rescate de alimentos en la región LATAM
NOTI-AMERICA | COLOMBIA
De acuerdo con cifras de las Naciones Unidas, cada año se desperdician alrededor de 931 millones toneladas de alimentos en el mundo, de igual manera la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), destaca que los alimentos que no se aprovechan podrían dar de comer a 1,260 millones de personas que viven en situación de inseguridad alimentaria.
Así, esta problemática que afecta a millones puede verse minimizada con una solución innovadora colombiana, que ya está teniendo resultados muy positivos en torno a este tema desde la perspectiva social, tecnológica, pedagógica y sostenible. EatCloud es una plataforma tecnológica que conecta la oferta de alimentos que la industria no alcanza a vender en los supermercados, restaurantes e industria de alimentos con fundaciones y bancos de alimentos dispuestos a redistribuirlos a población vulnerable, generando al mismo tiempo información en tiempo real sobre el impacto de estas acciones.
EatCloud ostenta el título de ser el startup líder a nivel mundial en la redistribución de alimentos destinados a la lucha contra el hambre.
Jorge Correa, CEO de Eat Cloud indica: “somos el aliado del ecosistema alimentario, y nos convertimos en el puente entre excedentes de alimentos en perfecto estado, que no alcanzan a venderse o consumirse en múltiples canales y las instituciones y comunidades que más los necesitan. Con este proyecto queremos promover conjuntamente con ICCO Conexión, una mayor conciencia sobre la importancia de reducir el desperdicio de alimentos y combatir el hambre”.
Así esta problemática que afecta a millones puede verse minimizada con una solución innovadora liderada por colombianos, que ya está teniendo resultados muy positivos en torno a este tema desde la perspectiva social, tecnológica, pedagógica y sostenible, desde las interconexiones de todos los actores y reduciendo así el desperdicio.
«En Colombia, actualmente se desperdicia casi un tercio de la producción de alimentos, lo que equivale a 9.7 millones de toneladas. Esta cantidad podría alimentar a 8 millones de personas, lo que equivale a la población de Bogotá. Hoy estamos presentes en 230 ciudades y municipios del país, donde hemos logrado conectar con 1.200 puntos de venta, plantas y centros de distribución del ecosistema alimentario en Colombia con los 24 bancos de alimentos y más de 2.000 fundaciones, combatiendo la inseguridad alimentaria”, afirma Jorge Correa.
De esta manera, EatCloud es un elemento clave en el ecosistema del sector de alimentos que ha permitido crear un modelo diferente de gestión de las mermas, viabiliza un mayor rescate por parte de los bancos de alimentos y fundaciones, permitiendo que muchas más personas puedan recibir alimentos, que de otra manera hubieran ido a la basura.
Así, EatCloud ha redistribuido exitosamente desde 2019 más de 33.500 toneladas de alimentos, lo que equivale a más de 80 millones de platos de comida, generando un ahorro estimado de alrededor de 33 millones de dólares para la industria y ha contribuido significativamente a la mitigación de más de 1,000 toneladas de emisiones de CO2.
Como parte de la apuesta para transformar el ecosistema del rescate de alimentos en Colombia, este año EatCloud ha sumado esfuerzos con Conexión- ICCO Cooperación, ONG latinoamericana, en un innovador proyecto que busca contribuir a la reducción del impacto del desperdicio de alimentos en un 10% durante las etapas de distribución y venta al por menor en América Latina, desarrollando al mismo tiempo acciones de comunicación e incidencia.
“Con este proyecto queremos promover conjuntamente con Conexión ICCO, una mayor conciencia sobre la importancia de reducir el desperdicio de alimentos y combatir el hambre” concluye Correa.
«Con esta colaboración, nuestro propósito es impulsar, una conciencia más profunda sobre la necesidad de reducir el desperdicio de alimentos y combatir el hambre», declara Andrés Bernal.
En resumen, se busca desarrollar mayores acciones que mitiguen los impactos adversos, tanto a nivel social como ambiental, derivados del desperdicio de alimentos.