Colombia se sigue desangrando
Tan sólo el fin de semana se presentaron tres masacres.
Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), en lo que va corrido del año, en todo el territorio nacional se han presentado 64 masacres, con el saldo de 250 personas asesinadas.
El fin de semana pasado se registró una masacre en el municipio de Quibdó, capital del Chocó, que cobró la vida de tres personas; en la noche de ayer Indepaz informó de otra masacre que acabó con la vida de tres jóvenes en el municipio de Soacha.
«Este fin de semana se registraron tres masacres. La población civil está desprotegida en los territorios y los grupos armados ilegales imponen su dominio”, aseguró Camilo González, director del instituto.
Según Indepaz, los ataques se producen contra personas desarmadas, en estado de indefensión, pero en varias de estas ocasiones se realizan por ajustes de cuentas, lucha de poderes, control de un territorio, guerra por rutas del narcotráfico y en las ciudades, por el dominio del microtráfico. Como habría sucedido en Quibdó, donde las personas asesinadas estarían envueltas en crímenes por secuestro, extorsión, homicidio y militancia en grupos armados, según información del coronel Marco Antonio González, comandante de la Policía de Chocó, “las tres víctimas presentan antecedentes judiciales y están señaladas de ser parte del grupo ilegal «Los Palmeños”.
Dice el informe del Instituto que el 50% de los asesinatos selectivos, como las nombró el Gobierno Nacional, se producen los fines de semana y los jóvenes son los más afectados por este tipo de ataques.
En las zonas donde se presentan la mayor parte de masacres delinquen grupos residuales, disidencias y otros grupos al margen de la ley: “Están la Oliver Sinisterra que se enfrenta con el grupo narcotraficante Contadores, pero también con los grupos residuales, las disidencias de las FARC y el ELN”, afirma González.
Desde Indepaz piden al Gobierno de Iván Duque, mayor acompañamiento a la población civil, que se ha visto afectada por este baño de sangre y que se encuentra en total abandono.