¿Independencia? ¿Cuál?
Lunes festivo, 20 de julio, conmemoración de uno de los momentos más relevantes de nuestra historia. Una fecha que, este año en particular, se desarrolla bajo unas circunstancias diferentes a las que estamos acostumbrados pero que quizás en esta ocasión, más que en ningún otro instante, imita el sentimiento que motivó esa famosa revuelta que terminó con el célebre grito de independencia.
Hoy, cuando las banderas tricolores se mezclan con los trapos rojos que “adornan” las ventanas de los colombianos, se pone de manifiesto una vez más esa desigualdad de aquellos tiempos, cuando empezamos a pensarnos como nación independiente, y que llevó a nuestros antepasados a creer que las cosas no podían seguir así, que había un límite y que la dignidad del pueblo estaba por encima de la maldita ambición de los españoles.
Y es que esa misma ambición, que llevó a nuestros parientes europeos a desangrar a punta de impuestos y malos tratos a quienes eran dueños de la tierra y ponían el trabajo duro para enriquecer a unos pocos, es solo comparable con la de cierto gobierno corrupto que tiene a su pueblo trabajando de sol a sol para devengar treinta veces menos que esos personajes a los que les pagan por no asistir a su trabajo, irse de paseo, inflar las cifras al contratar, recibir dineros de narcos y paramilitares, robarse elecciones y un montón de etcéteras que requerirían de muchas más columnas para poder nombrar.
Y no es la única similitud con aquella época, no olvidemos que el germen de aquel grito enardecido se dio unos años antes, cuando los comuneros, cansados de tanto abuso, se rebelaron en contra de los impuestos exagerados, exigieron sus derechos y de paso abogaron por la mejora en la calidad de vida y la devolución de las tierras a aquellos menos favorecidos aún, los indígenas y los negros, y que pagaron con su vida tal afrenta contra el poder establecido. Que hace casi 240 años hubieran descuartizado a los líderes sociales y hoy los masacren, es solo cuestión de detalles.
«Se reparten de la manera más descarada el fruto del trabajo de un pueblo que clama por ayuda para no perecer a causa de una pandemia que ha puesto de relieve lo más bajo de la clase gobernante»
La situación, queridos compatriotas, no ha cambiado mucho desde aquel glorioso 20 de julio de 1810; es más: ha empeorado. Los protagonistas siguen siendo, por un lado y al igual que en ese entonces, los pobres. Por otro, lastimosamente, nuestros propios compatriotas quienes, con mucho estudio y poca educación, se reparten de la manera más descarada el fruto del trabajo de un pueblo que clama por ayuda para no perecer a causa de una pandemia que ha puesto de relieve lo más bajo de la clase gobernante.
Aunque sí hay cosas que han cambiado: mientras hace 210 años nuestros antepasados se unieron para pedir un cabildo abierto en el que pudieran participar de las decisiones importantes que tuvieran que ver con su futuro, en la actualidad nos quedamos durmiendo en casa el día de las elecciones o recibimos dádivas de parte de quienes van a despilfarrar nuestros recursos para que votemos por ellos y luego tener un motivo para quejarnos de nuestra miseria.
«Arturo Char, miembro de una familia envuelta en escándalos de compra de votos y nexos con el paramilitarismo y quien fuera acusado por la mismísima Aída Merlano de participar en su fuga, será quien coordine la manera como se formularán las leyes en nuestro país durante el periodo legislativo que inicia hoy»
Pero bueno, ya fue suficiente de tantas lamentaciones, total, este es un día de fiesta. Alistemos nuestras mejores galas para ver como en el congreso de la república se reparten la torta (expresión utilizada por los medios de comunicación) al elegir al presidente del congreso, cuyo nombre, curiosamente, ya se conoce sin haber hecho si quiera su elección. Así, Arturo Char, miembro de una familia envuelta en escándalos de compra de votos y nexos con el paramilitarismo y quien fuera acusado por la mismísima Aída Merlano de participar en su fuga, será quien coordine la manera como se formularán las leyes en nuestro país durante el periodo legislativo que inicia hoy.
¡Feliz día de la independencia!