Márquez prefiere dejar esa “joda” hasta que haya condiciones.
El conflicto de Jesús Santrich y su captura han puesto en jaque el Acuerdo de Paz, tanto así que “Iván Márquez” se niega a ocupar su curul en el senado hasta que se libere a su compañero de guerrilla y de vuelta a la legalidad.
“¿Cómo hago yo para ir el 20 de julio a ejercer como senador, como una derivación del acuerdo de La Habana (…) y que me vayan a decir que yo soy un narcotraficante? Yo no estoy para esas cosas, necesitamos respeto, prefiero dejar esa joda allá”, expresó con tono de decepción el excombatiente y líder de las negociaciones con el Gobierno.
Márquez aseguró que se quedará en la vereda Miravalle, San Vicente del Caguán, donde se encuentra actualmente hasta que note “que la cosa va en serio, sino simplemente déjennos tranquilos y trabajar”. El exguerrillero enfatizó en que sus palabras son muy graves porque “significarían que fracasó el proceso de paz en Colombia”.
“El Paisa” no pretende regresar a la milicia según los argumentos de Márquez pero sí aceptó que el combatiente espera igual que él el cumplimiento de los acuerdos y la pronta liberación de su camarada pedido por la justicia de Estados Unidos y que fue extraditado hacia la ciudad de Nueva York en un vuelo en la madrugada.
“Me gustaría seguir viendo a ‘El Paisa’ en esta situación y no en otras, no en la confrontación, porque él no está pensando en guerra, en disidencia. Él está pensando en que suelten a ‘Santrich’ y que se vengan con recursos para financiar los proyectos productivos porque esos no han llegado todavía, puro bla, bla, bla y nada”, denunció Márquez.
El líder en las negociaciones repitió varias veces que esperan resultados y desean que sea realidad que se les deje incursionar en la política, razón por la cual aceptaron dejar la violencia y reinsertarse en la sociedad.
“Tal vez ahora valemos huevo porque no tenemos las armas, pero nuestro sueño fue hacer dejación de armas para participar en política”, finalizó. La FARC tiene derecho a cinco curules en el Senado y cinco más en la Cámara de Representantes.
FUENTE: EL ESPECTADOR