60 horas de tregua y dos mil militares para El Catatumbo
ELP informó a través de un comunicado que los habitantes de la región de El Catatumbo tendrán una tregua y podrán realizar sus labores cotidianas al levantar el paro armado desde las 6:00 de la mañana de hoy martes 24 de abril, hasta las 6:00 de la tarde del próximo jueves 26 de abril.
El comercio puede abrir sus puertas y los pobladores tendrán la oportunidad de reabastecerse de alimentos, luego de una tensa calma y constante asedio por parte de guerrilleros. Ya se registran al menos seis mil desplazados pen la región.
ELN destacó que se encuentran prestos para entrar en conversaciones y negociación con los diferentes grupos armados para terminar el conflicto. Además, subrayaron que no hay ni habrá ninguna restricción en temas de salud para atender a la población o surtir la zona con medicinas y otros insumos.
ELN aseguró que el paro armado es un mecanismo de presión al Estado según ellos para visualizar las necesidades sociales y el abandono a las comunidades en la región del Catatumbo. El próximo jueves a las seis en punto se retomará la decisión hasta que obtengan soluciones.
En total serán 60 horas de cese en los que pobladores deberán aprovechar el tiempo al máximo.
Tras declarar al El Catatumbo en emergencia humanitaria las autoridades iniciaron la instalación de un puesto de mando unificado en Ocaña, bajo la responsabilidad del Ministerio del Interior, en el que actuarán diversas entidades estatales con el fin de hacer una labor humanitaria.
Mujeres han abortado debido al miedo y constantes tiroteos, otras han huido del fuego cruzado sin lograr sacar a sus hijos de casa, campesinos pierden innumerables kilos de yuca, tomate, entre otros, todo por la lucha entre el EPL y el ELN para mantener el control de las rutas de narcotráfico que están en frontera con Venezuela.
Cabe resaltar que se anunció la llegada de 2.000 militares para un despliegue total “de cerca de 12.000 efectivos en la región según declaraciones del vicepresidente Óscar Naranjo. “A nosotros nos atemoriza más que se meta el Ejército, porque ahí es donde sí se prende la guerra. Todos los días hay combates y llevo 69 años escondiéndome de ellos. ¿Hasta dónde tenemos que llegar para darnos cuenta de que esa no es la vía?”, expresó Nelson Rodríguez, habitante de Ocaña.
“Hay tanta gente armada que uno nunca sabe quién fue, lo que sí se sabe es que el campesino siempre tiene las de perder. Otro hijo más se me va y nada que veo la paz”, sentenció el hombre decepcionado tanto de guerrilleros como de políticos.
FUENTE: EL ESPECTADOR Y RCN NOTICIAS