Por el contrario, el cambio hacia el horario de verano, se produce a las 00:00 horas del primer domingo de septiembre de cada año, cuando los relojes se adelantan una hora.
Cambio de hora en Chile 2024: ¿cuándo empieza el horario de verano?
¿Cuándo se cambia la hora en Chile? El Decreto 224 promulgado el 14 de julio de 2022 establece que el horario de invierno se mantendrá hasta el primer sábado de septiembre del año 2024.
Por lo tanto, el cambio de hora para dar paso al horario de verano será el sábado 7 de septiembre de 2024, en donde los relojes se adelantarán 60 minutos (1 hora). Esto quiere decir que, cuando llegue la medianoche, los relojes marcarán la 01:00 horas del domingo 8.
Eso ocurrirá en la medida que no se realicen modificaciones a la ley, puesto que cada año los cambios de hora se transforman en motivo de análisis de expertos y políticos.
¿Cuándo es el subsiguiente cambio de hora en Chile 2024?
De acuerdo con lo regularizado en el mismo Decreto, el subsiguiente cambio de hora sería en abril del 2025, para dar pie, nuevamente, al horario de invierno.
La normativa implica que desde el primer sábado de abril del 2025, que caería 5, los relojes se retrasarán una hora, horario que duraría hasta el primer sábado de septiembre del 2025.
¿Quiénes NO deberán realizar el cambio de hora este 2024?
Es importante mencionar que el único lugar que se exceptúa del cambio de hora en Chile es la región de Magallanes y la Antártica Chilena. La razón es que, en el 2016, se anunció que desde el 2017 en Magallanes regiría de forma permanente el horario de verano, correspondiente al huso UTC-3.
«En la Región de Magallanes y la Antártica Chilena el adelanto de la Hora Oficial de Chile Continental se extenderá de manera indefinida, y corresponderá en forma permanente al huso horario tres horas al Oeste del meridiano de Greenwich (-3)», indica el Decreto 224.
Cambio de hora en Chile 2024: ¿cuáles son los efectos?
El cambio de hora requiere de un periodo de adaptación de entre 3 a 5 días para las personas, y es que este genera un leve desajuste o desincronización temporal entre las señales externas que recibimos, como la luz solar, la temperatura, las horas nocturnas y las internas, como los cambios biológicos que produce nuestro cuerpo en intervalos de 24 horas.