¿Juegos Olímpicos en Chile?: Aterrizando el costo que podría tener el anuncio de Boric en la Cuenta Pública
NOTI-AMERICA.COM | CHILE
El Presidente Boric anunció en la cuenta pública de hoy que el ministerio de Deportes iniciará las gestiones formales para postular a Chile como sede de los Juegos Olímpicos 2036.
Se trata de un anhelo que comenzó a tomar forma tras la exitosa organización de los Juegos Panamericanos, que aumentó el apetito de muchos por volver a albergar a las grandes ligas en nuestro país.
El año pasado, fue el mismo presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, quien luego de mirar algunas de las instalaciones sostuvo: «Mi consejo sería que una vez terminemos estos Juegos exitosamente, deben comenzar a colocarse la siguiente meta. Y entre ellas podría estar unos Juegos Olímpicos u otros eventos de este carácter».
Tras las palabras de Bach, el director ejecutivo de la corporación Santiago 2023, Harold Mayne-Nicholls, se refirió al desafío de manera optimista. «Cosas mayores, después de los Panamericanos, son los Juegos Olímpicos.
Están asignados hasta 2032, que son los de Australia. Yo hoy día iría por los de 2036″, señaló. El reto, sin embargo, implica un desafío mayor, principalmente en términos económicos.
Es que el costo que implica la organización de Juegos Olímpicos parece demasiado alto, pudiendo ser más de 10 veces superior que los Panamericanos.
¿Cuánto cuesta organizar los JJ.OO?
Los últimos Juegos Olímpicos -Tokio 2021- costaron US$13.600 millones, según el balance financiero expuesto por el director ejecutivo de los mismos.
De ese dinero, US$7.700 millones fueron aportados por las arcas públicas, mientras que US$5.900 millones por el Comité Organizador. Las cifras -al menos durante las últimas décadas- han sido similares.
La plataforma Statista -con datos de distintas fuentes- concluyó que el gasto en la organización de los Juegos Olímpicos de Río 2016 fue de alrededor de US$13.700 millones, mientras que en el caso de Londres 2012 fue de aproximadamente US$15.000 millones.
Pero eso no es todo. Para muchos la inversión valdría la pena, pues, supuestamente esos costos se anularían si se tienen en cuenta factores como el retorno debido al turismo, el avisaje y la inversión en infraestructura pública, entre otros.
Sin embargo, un estudio realizado en 2016 por la Universidad de Oxford, concluye que «los Juegos Olímpicos registran el mayor sobrecoste medio de cualquier tipo de megaproyecto. Además, los sobrecostes se dan en todos los Juegos, sin excepción; en ningún otro tipo de megaproyecto ocurre lo mismo». Agrega además que «el 47% de los Juegos tienen sobrecostes superiores al 100%».
¿Por qué sería difícil para Chile?
Según el estudio de Oxford, los Juegos Olímpicos celebrados en la década pasada (incluyendo los de invierno) costaron en promedio US$8.900 millones, siendo los más caros los celebrados en Londres, con US$15.000 millones.
Para Chile la organización del evento significaría una inversión demasiado alta. Y es que el presupuesto de la nación de este 2024 es de US$92.404 millones. Esto es, apenas unas 6 veces lo que costaron los juegos de Londres o Tokio.
«La propuesta de asignar US$14.000 millones para albergar los Juegos Olímpicos parece ser notablemente ambiciosa, especialmente cuando consideramos que representa el 15% del presupuesto anual total del estado, que asciende a 92,000 millones de dólares», señaló a Emol hace algunos meses Víctor Martínez, director ejecutivo del CIES-UDD.
El académico añadió que «esta asignación presupuestaria inevitablemente requerirá recortes en otras áreas. Considerando además que estamos tratando de reducir el deficit fiscal. Por lo tanto, nos enfrentamos a una pregunta crítica: ¿Cómo podemos seguir abordando urgentes necesidades sociales, como reducir las listas de espera, combatir el déficit habitacional, mejorar la seguridad y potenciar la educación?»
Esteban Viani, economista y académico de Postgrados de la U. Autónoma, en tanto, señaló, cuando se comenzó a hablar de esta posibilidad, que «se espera y se apuesta siempre a los beneficios que se obtienen por concepto de turismo, por concepto de entrada, televisión, etc.
Ahora bien, todos los países apuestan a eso y todos los países hasta cierto punto se endeudan para hacer este tipo de juegos». Viani aludió a lo que ocurrió en Atenas para la reflexión. «Mi temor es que si es que esto se termina haciendo, esto termine siendo un elefante blanco, tal y como pasó en los Juegos Olímpicos de Grecia, donde los estadios y toda la infraestructura para los Juegos Olímpicos terminó durante muchos años sin utilizarse».