Las lluvias más fuertes en los últimos 30 años dejan dos muertos y casi 10.000 personas aisladas en Chile
NOTI-AMERICA.COM | CHILE – Las lluvias más fuertes en los últimos 30 años registradas en la zona centro y sur de Chile han dejado hasta este lunes dos muertos, tres desaparecidos y cerca de 10.000 personas aisladas, principalmente en territorios rurales. Además, imágenes de ríos desbordados, puentes dañados, caminos interrumpidos y pasos fronterizos cerrados. El Gobierno de Gabriel Boric decretó el fin de semana zona de catástrofe desde la Región de Valparaíso hasta la del Biobío, a 450 kilómetros al sur de Santiago. La intensidad de las precipitaciones ha disminuido, pero la nieve se está dando a una altitud más baja, por lo que el riesgo de remoción de masas y aluviones aumenta.
En una de las zonas más afectadas es el municipio de Licantén, de unos 6.600 habitantes, en la región agrícola y ganadera del Maule, a 270 kilómetros al sur de la capital. El desborde del río Mataquito dejó bajo el agua a viviendas, locales comerciales y el principal hospital de la zona -los pacientes fueron evacuados a tiempo-. El municipio lleva tres días sin luz ni agua. El presidente Boric visitó este lunes a los afectados y se comprometió a la reconstrucción del hospital, lejos del borde del río. Mientras tanto, el Gobierno levantará uno de emergencia gestionado por Carabineros.
Los ministros de varias carteras, como Interior, Obras Públicas y Energía, se han desplegado en distintos rincones del país para apoyar en las coordinaciones con las autoridades locales. “No es momento de pelea chica, sino de ponernos las botas y ayudar. Menos Twitter, más apoyo y poner los pies en el barro”, dijo Boric, quien fue criticado por realizar un viaje laboral junto a cinco ministras a la Antártida los primeros días de la emergencia. El mandatario suspendió la segunda parte del itinerario en el extremo sur para monitorear de cerca la emergencia climática.
El Gobierno anunció un bono de recuperación de hasta 1.800 dólares para recuperar “bienes urgentes”. Hasta ahora, hay unos 4.270 damnificados, 1.700 albergados y 59 viviendas destruidas y casi 4.000 con algún daño, según el último informe de las Direcciones Regionales del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred). La principal necesidad de los afectados es agua para consumir, pero también para lavar sus casas antes de que el barro se solidifique.