Borrell: ‘El orden bipolar ha sido sustituido por el desorden multipolar’ por: María G. Zornoza
NOTI-AMERICA.COM (ALEMANIA)
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Josep Borrell asumió el liderazgo de la diplomacia europea priorizando las relaciones con África, América Latina, los Balcanes o la vecindad europea. Poco después asistió a un choque de trenes entre Irán y EE.UU. Pero nadie podía imaginarse que el verdadero desorden global vendría de la mano de un enemigo común e invisible. El Alto Representante analiza la situación de la UE dentro y fuera de sus fronteras y advierte de que “la pandemia ha acabado de reventar una gobernanza multilateral que ya renqueaba».
Cuando Josep Borrell inició su mandato al frente de la diplomacia europea anticipaba que tendría que viajar mucho. Poco después, con Irán y Estados Unidos rozando la guerra abierta y las provocaciones de Turquía en la frontera evidenció que los vuelos eran más frecuentes de los esperado. Y ahora, el Covid-19 lo ha obligado a permanecer en su despacho del Berlaymont durante más de dos meses asistiendo a una “tormenta perfecta”.
El orden global nacido de la Segunda Guerra Mundial venía maltrecho y renqueante desde hacía años, especialmente desde el aterrizaje de Donald Trump en la Casa Blanca. Pero los tiempos del coronavirus amenazan con hacerla saltar por los aires. “La pandemia ha acabado de reventar la gobernanza multilateral. Las consecuencias de Covid-19 han terminado de desequilibrar un mundo que residía en parte [en el liderazgo] de Estados Unidos. El orden bipolar ha sido sucedido por un desorden multipolar. El factor dominante es la creciente tensión entre Estados Unidos y China que la pandemia ha exacerbado”, ha reflexionado el jefe de la diplomacia europea en un encuentro virtual con periodistas.
El Covid-19 ha impulsado un amago de alto al fuego en Yemen. También ha empujado al instrumento INSTEX a dar sus primeros pasos para salvaguardar el acuerdo nuclear iraní. La UE y la ONU piden una tregua global en zonas de conflicto como Libia o Siria para no librar dos batallas al mismo tiempo. Aunque la llamada a esta “tregua de Dios”, como se calificaba en la Edad Media, apenas ha recibido respuesta.
Entretanto, regímenes autoritarios utilizan el marco de excepcionalidad para acumular poder en detrimento de los derechos sociales y civiles. La guerra en Libia se ha recrudecido y las sanciones a Irán y Venezuela continúan asfixiando su respuesta sanitaria ante el virus. ¿Es el coronaviurs una oportunidad o una piedra en el zapato de la agenda diplomática y multilateral de la UE?
Para Borrell representa una oportunidad, pero depende de cómo se articule. La Comisión Juncker sentó su legado sobre la base de una Comisión política. Por su parte, la que lidera Ursula von der Leyen tiene su epicentro en la geopolítica. La UE busca hacerse fuerte en el tablero de ajedrez internacional, aprovechando el momentum y vacío que deja Washington. Pero ello dependerá “de la unidad interna”. “Pare ser fuerte fuera tienes que ser fuerte dentro. Hay que ver qué papel tendrá la UE en el nuevo orden mundial que habrá que construir [tras el paso de la pandemia]”, afirma el Alto Representante.
Pero el coronavirus no solo dejará un nuevo orden global, quien sabe si también una nueva forma de entender la Unión Europea. El bloque comunitario celebra el próximo sábado el 35 cumpleaños del Día de Europa ante la mayor crisis desde su fundación. ”La UE debe extraer lecciones que pasan por una mayor integración”, aventura. En estos momentos, el proyecto europeo ve tambalearse sus tres pilares fundamentales: el euro, el Mercado Interior y el espacio Schengen.
Para hacer frente a la pandemia, que está dejando la mayor recesión económica en la historia del bloque, las instituciones comunitarias han articulado un programa de compra de deuda pública, se encuentran confeccionando un Fondo de Recuperación y han flexibilizado las ayudas estatales. Del equilibrio entre este “Triángulo de las Bermudas” depende la supervivencia del Mercado Interior, una recuperación simétrica y, en definitiva, la razón de ser del bloque. “Al final de la crisis los europeos juzgarán a UE en base al sentimiento que tengan de si les ha protegido y ayudado en la crisis”, recuerda el español desde su oficina en Bruselas.
Sin embargo, durante los últimos días la savia europea se ha visto amenazada por otro factor repentino y ajeno al Covid-19. La sentencia del Tribunal Constitucional de Alemania contrariando el dictamen del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) es una bomba contra los pilares europeos, que asiente un peligroso precedente. “Estamos en un momento de desestructuración del orden jurídico europeo”, advierte con firmeza Borrell. Los servicios jurídicos de la Comisión Europea se encuentran analizando el fallo, pero Bruselas reaccionó con rapidez recordando la primacía de la ley europea sobre las nacionales. Borrell reconoce que el hecho de que la sentencia provenga de un país con la magnitud de Alemania tiene una repercusión “cualitativamente igual” pero “cuantitativamente mayor” que si se hubiese producido en otro Estado miembro.
Antes de la llegada del coronavirus, la UE buscaba ser un jugador activo en la partida de ajedrez global y no solo ser el terreno de juego. La crisis global supone una oportunidad para impulsar su rol exterior. Pero ello depende de la respuesta que el bloque dé a la pandemia a nivel interno. La Unión se juega en estos momentos su fortaleza dentro y fuera de sus fronteras.
Fuente: aquieuropa.com