El presidente de Haití, Jovenel Moise ha sido asesinado en un ataque esta noche en su residencia privada en el barrio de Perelin de Puerto Príncipe, a manos de hombres armados. En el asalto también resultó herida de bala la primera dama, Martine Moise, que horas más tarde se ha confirmado su muerte, según un comunicado transmitido por el primer ministro interino, Calude Joseph.

El primer ministro, ha condenado este acto “odioso, inhumano y bárbaro” y ha llamado a la población “a la calma”. “La situación de seguridad del país está bajo control de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas”, ha dicho el primer ministro interino, que confía en que “la democracia y la República vencerán” esta escalada de tensiones.

El ataque se produjo en torno a la 01h00, (hora local) cuando un “grupo de personas extranjeras no identificadas”, entre ellos “varios que hablaban español”, asaltó la vivienda, según el comunicado recogido por medios locales como la emisora Juno7 y Gazette Haiti.

Por otro lado, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, ha anunciado el cierra de su frontera con Haití tras el asesinato de Jovenel Moise y convocado a la cúpula del Ejército. Asimismo, en un comunicado, la Embajada de Santo Domigo, ha confirmado las informaciones y ha señalado que el primer ministro interino, Claude Joseph, es ahora la «autoridad competente» en el país. En este sentido, ha recalcado que el país «está bajo control por parte de autoridades legítimas».

Presidente de Haiti, Jovenel Moise
PHOTO/AP/Dieu Nalio Chery-Jovenel Moise

Esta semana, el hasta ahora presidente de Haití, Jovenel Moise, había nombrado a Ariel Henry como nuevo primer ministro, un antiguo responsable de Interior al que encargó, entre otras tareas, “solucionar el flagrante problema de la inseguridad y apoyar al Consejo Electoral para la realización de las elecciones generales y el referéndum”, según Europa Press. Sin embargo, el asesinato de Moise lleva al límite la grave crisis de seguridad que atraviesa Haití, y que amenaza con provocar un vacío de poder. El asesinato se produce dos meses antes de las elecciones presidenciales y legislativas convocadas para el próximo 26 de septiembre, unos comicios en los que Moise no podía ser candidato.

Inicialmente se había convocado un referéndum para reformar la Constitución, pero la incertidumbre derivó en un primer aplazamiento a junio y, después hasta el 26 de septiembre, coincidiendo con la primera vuelta de los comicios legislativos y presidenciales.

Jovenel Moise
PHOTO REUTERS/Ludovic Marin-Presidente de Haiti, Jovenel Moise

La situación ha empeorado en el país más pobre del hemisferio occidental, la incertidumbre política y de seguridad se ha ido agravando desde que Moise asumiera de forma interna el Gobierno el pasado mes de abril. Haití atraviesa una fuerte crisis política desde mediados de 2018 y vivió su momento más grave el pasado 7 de febrero fecha en la que Moise denunció que la oposición, con el apoyo de jueces, tramaban un golpe de Estado.

Las protestas y las barricadas, presentes a diario en las calles de Puerto Príncipe, y la creciente actividad de bandas armadas han llevado a la parálisis casi total de las actividades económicas desde hace meses y han agravado las necesidades de ayuda humanitaria de los sectores más desfavorecidos. Más de 150 personas fueron asesinadas y otras 200 secuestradas entre el 1 y el 30 de junio pasado en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, reveló un informe del Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (CARDH). «El país está asediado por bandas armadas que siembran el terror, asesinatos, secuestros, violaciones (…) Puerto Príncipe está sitiado en el sur, el norte y el este.

Presidente de Haiti, Jovenel Moise
PHOTO/AFP-Mapa Haití

En esta crisis también han aflorado temas «existenciales», porque, en opinión de Ary Régis, profesor en la Universidad Estatal de Haití, los ciudadanos han tomado conciencia de las raíces históricas de sus males, incluyendo la deuda de independencia, la ocupación estadounidense y los 30 años de dictadura de François Duvalier y de su hijo, Jean-Claude, que gobernaron de 1957 a 1986.

Asimismo, Haití atraviesa una honda crisis de seguridad, que se ha agravado en especial desde comienzos de junio por las luchas territoriales entre las bandas armadas que se diputan el control de los barrios más pobres de Puerto Príncipe. Desde entonces, unas 18.100 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares por el repunte de la violencia, 14.700 de ellas en el último mes, según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas.

La ONU ha advertido también de que la violencia complica el reparto de la ayuda y ha dejado con poca o ninguna asistencia a miles de personas, a pesar de que estima que en total 1,1 millones necesitan algún tipo de auxilio para cubrir necesidades o servicios básicos.