Golpe a la desinflación de Milei
NOTI-AMERICA.COM | ARGENTINA
En agosto la inflación fue 4,2 por ciento, subiendo 0,2 puntos respecto al mes anterior, según informó Indec. La desaceleración prevista por consultores y el Gobierno no se verificó en los datos. Nuevamente el índice de precios al consumidor (IPC) fue traccionado por los precios de bienes y servicios regulados (5,9 por ciento de aumento en el mes) mientras los rubros anclados en el consumo doméstico (como alimentos y bebidas y ropa) subieron por debajo del IPC (3,6 y 2,1 respectivamente). En el acumulado del año los precios subieron 94,8 por ciento según cifras oficiales, mientras que la variación en los últimos doce meses fue de 236,7 por ciento (es decir que los precios más que se triplicaron en un año).
La inflación minorista en agosto volvió a acelerarse, si bien en pequeña magnitud, al marcar 4,2 por ciento mensual contra un 4 por ciento en julio. Esto indica también que el discurso del presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, respecto de la asombrosa desaceleración inflacionaria en los últimos solo se dio un mes (entre julio y junio). Con la serie completa, se observa que en realidad el descenso de la inflación ocurrió solo desde el pico de diciembre pasado –cuando anotó nada menos que 25,5 por ciento mensual- y hasta el mes de mayo: lo cual es lógico estadísticamente hablando. Desde entonces, la inflación lejos de ceder tendió a equilibrarse en torno a un 4 por ciento.
En términos históricos, los niveles inflacionarios de mayo a agosto son cercanos al promedio en el segundo semestre de 2019: un año de crisis económica y cambio de gobierno en contexto de incertidumbre cuando Mauricio Macri debió volver a aplicar el “cepo” para frenar una corrida cambiaria. En la segunda mitad de 2019 la inflación minorista promediaba 3,9 por ciento. Luego, en la segunda mitad de 2020 y 2021 la inflación menguó hasta 3 por ciento promedio, para volver a acelerarse durante los últimos años del gobierno de Alberto Fernández y ubicarse en 6 por ciento promedio entre julio y diciembre de 2022 y 10,5 por ciento entre julio y noviembre de 2023.
En detalle, la inflación de agosto último mostró –al igual que viene ocurriendo desde junio- que los precios (de los combustibles y servicios públicos) regulados experimentaron un alza mucho mayor que la inflación núcleo: 5,9 versus 4,1 por ciento en el octavo mes. Y además particularmente en agosto se registró una inflación muy baja en el grupo de estacionales (frutas, verduras, ropa, etc.), de apenas del 1,5 por ciento. La núcleo mide la variación de precios que no son ni regulados ni estacionales, es a la que en teoría apunta la política pública.
En la comparación mes a mes, nuevamente, la división Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (el ítem regulado por excelencia) lideró las subas de precios marcando un 7 por ciento de inflación, que era esperable debido a que la facturación bimestral contempla la mitad de junio y todo lo consumido en julio que son períodos de bajas temperaturas.