Las nuevas estrategias para una cita amorosa en épocas de IA
NOTI-AMERICA.COM | ARGENTINA– Conocer a otra persona usando las redes sociales se ha convertido en la opción más frecuentada. Jóvenes pertenecientes a la generación Z (los que nacieron de pleno en la era digital) y adultos maduros se animan a armar perfiles y subirlos a las aplicaciones elegidas.
El cortejo o la conquista virtual tiene sus reglas empezando por la confección de la carta de presentación, es decir un perfil que sea lo más atractivo posible.
Sin embargo, captar la atención, ser seleccionado para un like, requiere de paciencia, tolerar la decepción y para aquellos que descuentan de antemano su poder de convocatoria, no caer en la arrogancia de que todo lo puede. Hasta los más convocados necesitan reformular su presentación, tanto sea para buscar contactos sexuales o la más ambiciosa de las búsquedas: una relación sentimental.
Para los novatos, la preparación de un perfil suele ser un problema: ¿Qué poner? ¿estoy siendo ridículo? ¿La foto me representa? ¿Tengo que ser sincero o puedo mentir u ocultar? ¿Hasta dónde tengo que referir datos de mi vida? ¿Cómo dar una imagen de espontaneidad y no parecer acartonado?
Un estudio mostró que el 41% de los encuestados se enamoraron de personas que inicialmente no les resultaban atractivas (Imagen ilustrativa Infobae)
La conquista virtual sexual es más directa y decidida, se pueden decir cosas más sugerentes y subidas de tono sin que nadie se horrorice, a lo sumo se bloquea al que derrapó y a otra cosa.
Hay formas de decir, de atraer: según la orientación sexual (los códigos de la homosexualidad masculina son más directos en aplicaciones como Grindr, en cambio en la orientación asexual están focalizados en otras áreas no sexuales), según el estado civil (solteros, en pareja, casados de trampa), según el objetivo (sexo, amistad, pareja), según el grupo etario, según características individuales (cuerpo, gustos, inteligencia, romanticismo, etc.).
Las aplicaciones son una gran vidriera de oferta y demanda. Y hay para todos los gustos.
Los solteros que buscan parejas son un grupo especial. “Las aplicaciones no son para encontrar pareja, pero sigo insistiendo”. Este grupo de deseantes es el que más tiene que adaptar su perfil al ritmo de los cambios sociales y últimamente, a los tecnológicos. Si según comentan la IA llegó para quedarse (y cada vez más tiene injerencias en la vida cotidiana), ya se está pensando en aprovecharla para la confección de perfiles que sean más eficaces.
Según el estudio “Solteros en América” realizado en 2023 por la asociación entre el Instituto Kinsey y Match para tal fin, evaluando una muestra de más de 5.000 solteros entre 18 y 77 años, concluye que el 6% de las personas solteras y el 14 % de las personas en línea han usado la IA para mejorar sus citas. Los solteros que hicieron uso de la IA refieren mejores resultados en las coincidencias de perfil y es y más rapidez en la elección.
¿Para qué se usa la IA?
Los encuestados respondieron que usan la IA para escribir sus perfiles (43%) y para escribir las primeras frases (37%). La preocupación por mejorar la “carta de presentación” sigue siendo lo más importante, pareciera que una vez que se atraviesa esa barrera la cosa fluye mejor, por lo menos en términos de virtualidad (la presencialidad potencia o rompe el hechizo que provoca la distancia).
Si tímidamente la gente se acerca a la IA, no todos se animan a usarla. Una cosa es el uso con motivos científicos, por ejemplo, y otra es para cuestiones humanas, de relaciones, donde se valora la realización personal.
Si bien el uso de la IA para el cortejo recién empieza, tiene sus resistencias. El mismo estudio de 2023 revela que un 50 % de los encuestados les dirían no a posibles parejas si se enteraran que han usado la IA para alterar sus perfiles, y un 39% se opondría a que sus parejas usaran la IA para cada conversión. No solo por la alteración de sus perfiles (sería como usar filtros en las fotos), sino por subestimar la capacidad para armar un perfil propio, lo que tiene cada uno para decir, con errores o no.