Leer a los niños en voz alta estimula su desarrollo cognitivo y afectivo
NOTI-AMERICA.COM | ARGENTINA– En el marco del Día Internacional del Libro que se celebra cada 23 de abril, los pediatras de Atención Primaria han recordado los beneficios que tiene promover la lectura en voz alta desde los primeros años de vida, no solo desde el punto de vista del aprendizaje, sino también, afirman, porque contribuye al desarrollo integral de la infancia, ya que leer a los niños desde que son muy pequeños estimula su desarrollo cerebral, cognitivo y afectivo. La lectura compartida por padres, madres e hijos es un tipo de comunicación que favorece el contacto humano y la relación afectiva entre ellos.
Esta es la conclusión de una revisión que acaba de publicar el Grupo de Prevención en la Infancia y Adolescencia (PrevInfad) de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud (PAPPS). “La lectura en voz alta por parte de progenitores desde edades precoces, como estímulo cognitivo y afectivo temprano, tiene numerosos beneficios para la infancia”, explica la Dra. Ana Garach del Grupo PrevInfad.
Entre ellos, favorece la adquisición del lenguaje y repercute de manera directa en el desempeño escolar. Asimismo, influye en el desarrollo “al dar la oportunidad de escuchar, pensar, sentir, preguntar”, y permite trabajar las emociones. Conseguir estos beneficios de la lectura es más factible si se realiza desde edades muy tempranas, “incluso desde los primeros días de vida”.
Los productos audiovisuales no pueden sustituir a la lectura
Esta lectura en voz alta de la familia que, de acuerdo con la recomendación de PrevInfad, “introduce a la infancia en el territorio de la lengua materna de un modo pausado y afectuoso”, no puede ser reemplazada por productos audiovisuales. “Un vídeo en una pantalla o un audio, aunque esté adaptado para la edad del niño o la niña, no sustituye a un cuento leído por el padre o la madre”, asegura el Dr. Mengual.
PrevInfad indica en la recomendación, además, que “las intervenciones parentales sobre los hijos durante los tres primeros años de vida son eficaces para mejorar los resultados de su desarrollo durante la primera infancia”, un efecto que “se muestra en todo tipo de familia, sea cual sea el nivel socioeconómico”.