Los tips de Harvard para dejar de comer por ansiedad
NOTI-AMERICA.COM | ARGENTINA–Las personas que sufren ansiedad durante su vida suelen adoptar hábitos para aliviarla. Entre los métodos más conocidos están fumar un cigarrillo, beber una copa o incluso comer de forma desmedida, sin embargo podrían afectar a nuestra salud mental y física si lo hacemos contantemente.
Según Heidi Godman, editora ejecutiva de Harvard Health Letter, destacó que muchas personas tienen tendencia a comer en exceso de manera inconsciente. A menudo, no se dan cuenta de su exceso alimentario hasta que concluye el episodio de ingesta excesiva, lo que dificulta el control de este impulso. Además, algunas personas pueden recurrir a vómitos provocados para evitar sentirse culpables por su exceso de comida.
Para contrarrestar este hábito perjudicial para la salud mental, la autoestima y el bienestar físico, Godman sugiere abordar los atracones de comida adoptando un enfoque consciente hacia la alimentación.
Este enfoque implica prestar atención a los alimentos que se consumen, identificando su sabor, textura y aroma. Incluso se pueden asociar estos elementos con recuerdos específicos, como los de la infancia. Según la especialista, al practicar esta conciencia durante las comidas, se ralentiza el proceso de alimentación. Esto permite estar más atento a las señales de hambre y saciedad del cuerpo, reduciendo la probabilidad de excederse en la ingesta.
Hacer ejercicios de respiración
ugiere realizar ejercicios de respiración enfocada progresiva para estimular la relajación del cerebro y el cuerpo, lo que puede prevenir que las tensiones y preocupaciones induzcan a los atracones de comida.
Además, recomienda actividades como caminar, practicar yoga o tai chi, e incluso escribir un diario personal. Estas prácticas ayudan a aumentar la conciencia de las emociones y facilitan su control de manera efectiva, sin recurrir a hábitos alimenticios perjudiciales.
Por último, la especialista de la Universidad Harvard aconseja masticar la comida lentamente y bajar el tenedor entre bocado y bocado. Esta práctica permite saborear mejor los alimentos y estar consciente de la cantidad que se está ingiriendo, lo que puede contribuir a evitar los excesos.