El nombre proviene del sánscrito Hasya Yoga, una técnica desarrollada en 1995 por el médico generalista Dr. Madan Kataria de Bombay, India. No se trata de tomárselo a broma, es una forma divertida de reír y de tomarse a una misma menos en serio.
Es una excelente manera de soltarse, divertirse y aprender el placer de reír nuevamente mientras te inicias en una disciplina llena de satisfacciones.
¿En qué consiste?
Se trata de un ejercicio de movimiento y respiración que tiene como objetivo cultivar la alegría, sacar a la niña que llevas dentro y ayudarte a dejar a un lado los factores estresantes de la vida diaria.
Una clase típica implica varios movimientos, improvisaciones y técnicas de respiración para alejar de la mente sucesos agobiantes y centrarte en el presente. En conjunto, estas prácticas pueden ayudar a reducir sus niveles de estrés a través de una risa real y deliberada.
Como la risa es contagiosa, no es de extrañar que este tipo de yoga haya pasado de practicarse en un pequeño grupo de Mumbai, en India, a ser la inspiración de más de 5.000 gimnasios específicos en todo el mundo.
Se utiliza como remedio para dolencias físicas, psicológicas y espirituales, ya que sus adeptos creen que la risa intencionada, es decir, simulada, puede proporcionar beneficios iguales a los de la risa espontánea.
Beneficios
Esta modalidad ayuda a mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés, fortalecer el sistema inmunológico, aumentar los niveles de energía, mejorar la calidad de vida y aprender a manejar mejor las dificultades.
Además, se cree que el yoga de la risa contribuye a manejar mejor el estrés mediante la respiración controlada. Esto permite una mayor absorción de oxígeno, lo que activa el sistema nervioso parasimpático, el sistema de relajación natural de tu cuerpo.
La risa simulada reduce las tasas de depresión y mejora el estado de ánimo.
¿Cómo se practica?
El yoga de la risa generalmente se practica en grupos dirigidos por un experto que entrena a los asistentes a través de varios ejercicios para promover el disfrute y la risa.
La mayoría de las sesiones comienzan con técnicas sencillas de respiración, aplausos y cánticos para ayudar a las personas a relajarse.
La intención es eliminar cualquier juicio interno que se pueda tener y dejar el ego aparcado en la puerta. Por otra parte, la sesión también puede incluir ejercicios de improvisación citando afirmaciones positivas, realizando estiramientos suaves y ejercicios de respiración de yoga y meditación.
En conjunto, estas prácticas están destinadas a ayudarte a reír, soltarte y que te tomes menos en serio a ti misma y a la propia vida.
Especialistas indican que los ejercicios que fomentan la risa requieren poca cognición y no se basan en el humor subjetivo, lo que significa que la mayoría de las personas pueden participar fácilmente.