Según el Gobierno de Buenos Aires, Argentina cuenta hoy en día con 17 aerolíneas menos que antes del inicio de la pandemia. Además, los porteños han visto cómo su aeropuerto ha perdido conexión con 18 ciudades, con las que operaba antes de que la crisis de la COVID-19 paralizase el tráfico aéreo argentino.
De hecho, en este primer cuatrimestre del año ha habido un 50% menos de vuelos internacionales respecto al año 2019, año previo a la pandemia. Antes de la COVID se llegaron a registrar 856 vuelos semanales; en cambio, este año tan solo hubo 425 operaciones por semana, según la Dirección General de Inteligencia de Mercado y Observatorio del Ente de Turismo porteño, en base a datos de Aeropuertos Argentina 2000.
Pero la crisis post-pandemia no solo ha afectado a los vuelos internacionales, y es que este primer trimestre deja un déficit de un 34% en el número de vuelos nacionales respecto a las mismas fechas del año pasado, pasando de 1.131 vuelos por semana a tan solo 748 semanales.
El número de aerolíneas que operaban en Buenos Aires también ha disminuido. En 2019 eran 42 las aerolíneas que contaban con vuelos que partían o llegaban a Ezeiza y Aeroparque, mientras que este año, tan solo 29 empresas diferentes han operado con vuelos internacionales desde estos aeropuertos.
Fueron por tanto 13 compañías aéreas las que dejaron de operar después de la pandemia, entre ellas se encuentran: Air New Zealand, Alitalia, Amazonas, Andes Líneas Aéreas, Austral Líneas Aéreas, Avian Líneas Aéreas, Azul, Edelweiss Air, Emirates, Estelar Latinoamérica, Norwegian Air y Qatar Airways.
La oferta de vuelos nacionales también se redujo a menos de la mitad, en torno al 57%; algo que se debe a la disminución de compañías que operan actualmente vuelos de cabotaje. Mientras que en el primer cuatrimestre de 2019 había 7 operadoras (Aerolíneas Argentinas, Latam, Norwegian Air, Flybondi, Andes Líneas Aéreas, Avian Líneas Aéreas y Jetsmart), a día de hoy tan solo quedan 3 de ellas (Aerolíneas Argentinas, Flybondi y Jetsmart).
Otro dato que arroja el estudio realizado por Ente de Turismo es la reducción de las conexiones desde Buenos Aires con el extranjero. En 2019 se conectaba con 49 ciudades extrajeras, mientras que en los primeros cuatro meses de este año tan solo lo ha hecho con 32.
Se perdieron por tanto 17 ciudades a las que los argentinos ya no podrán llegar por aire de forma directa; entre ellas se encuentran: Belo Horizonte, Caracas, Doha, Dubái, Fortaleza, Los Ángeles, Manaos, Natal, Navegantes, Porto Seguro, Quito o Recife.
Ante esta situación, el secretario general y de Relaciones Internacionales de Buenos Aires, Fernando Straface, dijo: “La recuperación del turismo tiene un techo si la Argentina no retoma la política de conectividad aérea que en 2019 generó un récord de visitantes internacionales y un récord de pasajeros de cabotaje. Más turismo es más trabajo para todos los argentinos y también son más divisas”.
La polémica está servida, sobre todo tras las declaraciones de la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, quien afirmó que: “El derecho a viajar colisiona, o tensiona, con el derecho a la generación de puestos de trabajo”.
“Todas las personas tienen derecho a vacaciones -que son un derecho de un gobierno peronista- pero tenemos que administrar las reservas para que el país crezca”, añadió.
Estas declaraciones generaron una enérgica respuesta del sector, desde donde se indicó que entre el 1 de enero y el 30 de abril, Argentina ingresó 1.156 millones de dólares gracias a los viajeros extranjeros que les eligieron para sus vacaciones.
Cifras que demuestran la importancia del sector turístico en el país, pero que actualmente se encuentran a la baja, sumidas en una espiral en la que las aerolíneas cada vez encuentran menos atractivos los destinos argentinos.
Coordinador de América: José Antonio Sierra.