Adiós…MALHUMOR Por: Virginia Mallo
Si estás leyendo estas líneas me alegra, decidiste darte una oportunidad para ser una persona con Humor!. El estado natural del hombre es la alegría la aventura y la pureza. Quizás seas uno de los tantos que de vez en cuando se enoja de forma constante, sin poder controlarlo.
El malhumor es una forma de hartazgo, cansancio, incomodidad. Cuando aparece no llega en estado puro, como la ira, o la tristeza. Se filtra en tus quehaceres como un ladrón y te roba toda la energía.
Es silencioso, a veces ni nos damos cuenta que estamos bajo su dominio, nos atrapa. Apenas te des cuenta que estás malhumorado, o que cambiaste tu Estado De Ánimo, atendelo.
A veces es una causa física, por ejemplo en mi caso, cuando estoy cansada enseguida me pongo de mal humor, no puedo lidiar con nada ni nadie, porque me baja la presión o siento dolores en la cabeza o en la espalda. Pero como las cosas no se hacen solas, me ofusco y sigo a pesar que me molesta. No me atiendo no doy lugar al dolor, lo paso por alto. «pienso que es de débiles sufrir».
Si esto te resuena, dile a ese dolor que lo abrazas y le agradeces, hazle espacio. Sabes que el cuerpo se encarga de sanar eso que las emociones han pasado sin resolver. Entonces, él se está ocupando, respétalo. No te malhumores porque te duele, toma un momento para descansar y rendirle honor a lo que tu cuerpo está haciendo. Te está hablando a través de esa molestia física, te muestra la situación que te supera.
Si tu mal humor es por un evento que te ves obligado a afrontar, avísale que igual lo harás, que así lo eliges, que pondrás tu máximo amor, dando lo mejor que puedas sin refunfuñar.
Otras causas del mal humor son pensamientos pesimistas, y de desvalorización. Antes que persistan, se instalen y despierten emociones más profundas, cáptalas a tiempo.
También hay personas que nos mal humaran porque tocan fibras sensibles, y si sabes que así será, cúbrete en un cono de silencio, para que no entren filtraciones, cambia de tema o levántate y sigue tu camino. No permitas que suceda. Nadie te ha dañado; tú dejas por algún motivo que te afecte, puede ser el costo de «Pertenecer».
Puedes cambiar tu disposición a aceptarlo todo, te puedes negar a escuchar determinados comentarios, poniendo tu sano límite. Además si es necesario te alejas para que no te dañe mientras te ocupas de resolverlo.
Detrás del mal humor siempre hay un «No quiero», una resistencia y impotencia. Puedes comenzar por preguntarte si has adoptado este estado porque escondes tu verdad, si es que no sabes lidiar con el mundo, y si es un mecanismo de defensa. Las personas mal humoradas son en realidad muy risueñas, divertidas y cuando no pueden expresarse, absorben energía negativa.
El humor es tu virtud. Compártelo!