Joe Biden ha cumplido 3 meses como presidente de los Estados Unidos y los estadounidenses ya han mostrado su opinión acerca del Gobierno en una encuesta propuesta por la cadena NBC. Según el sondeo, el 53% de los estadounidenses aprueban la gestión de Biden en estos últimos meses. Este resultado refleja que el apoyo al nuevo Gobierno es superior al de Donald Trump por estas fechas. Sin embargo, otra encuesta promovida por el medio The Economist revela que el 74% de los votantes conservadores siguen sin reconocer su victoria.
En este sentido, Biden ha lidiado con un Senado donde la oposición republicana controla la mitad de los escaños. Esto hace que algunas iniciativas sobre inmigración, racismo y abusos policiales se vean truncadas por la oposición conservadora. Cabe recordar que Joe Biden asumió su cargo en medio de una crisis social marcada por el asalto al Capitolio ocurrido el 6 de enero de este año, revelando la fuerte polarización que existe en la actualidad en la sociedad estadounidense. Esta polarización se ha trasladado a la Casa Blanca donde conservadores y liberales tratan de imponerse entre unos y otros para llevar a cabo diferentes políticas económicas y sociales. Frente la alta presencia republicana en el Senado, el ala liberal en la Cámara Baja sigue siendo bastante reducida.
Pero ¿cuáles han sido las medidas que han catapultado al mandatario a conseguir una amplia aceptación social por parte de la población? En primer lugar, las medidas adaptadas en la lucha contra la COVID-19 han sido ejecutadas con éxito ya que la mitad de la población adulta está vacunada frente al virus. Según el medio The Washington Post, casi el 20% de la población ha sido vacunada de forma completa, de esta forma serían ya 66 millones de personas las que estarían protegidas contra la COVID.
Estas medidas han propiciado que el país estadounidense haya permitido ir a la población sin mascarillas en exteriores, a excepción de cuando haya multitudes. Según la directora del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, Rochelle Walensky, “hay muchas situaciones en las que la gente completamente vacunada no necesita llevar mascarilla si están al aire libre”.
En este sentido, Biden firmó ordenes ejecutivas a un ritmo más rápido que cualquier otro presidente desde la presidencia de Harry Truman. Muchas de estas órdenes han ido enfocadas a combatir la pandemia. En comparación con otros presidentes, Trump firmó 33 ordenes ejecutivas durante el mismo transcurso mientras que Barack Obama firmó 19. Además, Biden ha revocado 62 de las 219 órdenes emitidas por Trump, incluida la restauración del compromiso de Estados Unidos con el acuerdo climático de París.
En cuanto a políticas sociales, la Cámara aprobó un paquete de medidas enfocadas a reducir la pobreza con un presupuesto de 1,9 billones de dólares enfocados a este fin. Según una encuesta del centro Pew, el 67% de los estadounidenses estarían a favor de este paquete de medidas firmado por el presidente.
En políticas de inmigración, Biden ha revertido algunas de las políticas más duras emitidas por Trump. El actual presidente ha detenido la construcción del muro fronterizo de Trump y ha revertido la prohibición de viajar a 13 países africanos de mayoría musulmana después de asumir el cargo. Sin embargo, los problemas relacionados con las olas de inmigraciones entre la frontera de México y EEUU siguen siendo uno de los principales problemas con un fuerte aumento de la llegada de inmigrantes.
En cuanto a la política exterior, Biden ha respondido de forma contundente contra los “enemigos de Estados Unidos”. En este aspecto ha impuesto sanciones a Rusia en respuesta a la interferencia de Moscú en las elecciones de 2020 y a un ciberataque masivo atribuido al país, además de calificar públicamente a Vladimir Putin como “asesinato”.
Del mismo modo, Biden ha mantenido las sanciones de la presidencia de Trump a Irán y se ha negado a levantarlas como condición para involucrar a Teherán en las negociaciones directas sobre su programa nuclear.
En esta línea, ha conservado los aranceles comerciales sobre China y ha permitido que diplomáticos estadounidenses visitaran Taiwán. Junto esto, ha reforzado el aumento de la presión sobre China por su trato a los uigures en la provincia de Xinjiang.
Junto a esto, las relaciones con Turquía han sufrido una escalada de tensión tras reconocer públicamente el genocidio armenio perpetrado en 1915 por el Imperio Otomano. Esta declaración ha enfurecido a Erdogan advirtiendo que este reconocimiento tendrá “un impacto destructor” en las relaciones entre ambos países. En Oriente Próximo, Biden no ha modificado ninguna de las políticas aprobadas por Trump, aunque el Departamento de Estado ha vuelto a hablar de “territorios ocupados” al referirse a Cisjordania y Gaza.
Biden comparecerá este jueves recapitulando todos los logros alcanzados durante estos últimos 100 días en el estado de Georgia, donde se impuso por 12.000 votos y consiguió ganar en enero los dos escaños que le abrieron las puertas a la gobernabilidad. Veremos con el transcurso del tiempo como el presidente hace frente a los desafíos sociales relacionados con la polarización de la política estadounidense, así como la manera en la que afronta las nuevas oportunidades que se le están abriendo al país en materia de cooperación internacional, a diferencia de Trump tras rechazar la cooperación con muchos Estados.