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69 muertos. Aldeas arrasadas. Miles de evacuados. Número de desaparecidos desconocido. El sur de Guatemala vive un infierno desde la erupción volcánica del domingo, la mayor de las últimas décadas. “La Unión Europea expresa su solidaridad con el pueblo y las autoridades de Guatemala en este momento difícil”, ha manifestado Christos Stylianides, comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis.

La tarde del domingo, el sur de Guatemala sufrió una violenta erupción del volcán de Fuego. Desde entonces, el alcance de la tragedia no ha hecho más que aumentar. De momento, los datos oficiales cuentan 69 fallecidos, más de 1,7 millones de afectados y tres aldeas totalmente arrasadas por la lava y las columnas kilométricas de ceniza.

Hoy, Christos Stylianides, comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, ha expresado su “solidaridad con el pueblo y las autoridades de Guatemala en este momento difícil” en la peor erupción de este volcán en los últimos 40 años.

Se espera que la lista de víctimas se engrose con el paso de los días y el presidente Jimmy Morales ya ha nombrado zona catastrófica varias zonas. “Nuestros pensamientos están con todas las víctimas y sus familias y con los desaparecidos, así como con los valientes equipos de intervención inmediata y con los servicios de emergencia que trabajan día y noche para salvar vidas y buscar supervivientes”, ha agregado el chipriota.

De momento, el servicio de emergencia de cartografía por satélite de la UE, conocido como Copernicus, ha sido activado para ayudar en las tareas de búsqueda y rescate y el bloque comunitario ha anunciado que está dispuesto a llevar a cabo “ayudas adicionales”.

En invierno del año pasado, las lluvias dejaron en Guatemala más de una treintena de muertos y más de 420.000 damnificados, a lo que la Unión respondió con 90.000 euros de ayuda de emergencia para atender a las víctimas y sus familias.